Según la Encuesta Anual Laboral para 2024 publicada por el ministerio de empleo, casi dos tercios de las empresas en Baleares afirmaron tener dificultades para encontrar trabajadores. El porcentaje exacto (64,4%) fue cuatro puntos y medio superior al del 2023; es probable que sea aún mayor en 2025.
Las razones detrás de esta dificultad son variadas: falta de candidatos, carencia de habilidades técnicas, barreras idiomáticas y discrepancias sobre las condiciones laborales.
Jordi Mora, presidente de la federación Pimem de asociaciones de pequeñas y medianas empresas, señala: “El desequilibrio entre la oferta y la demanda de trabajadores se está volviendo crónico.” Anteriormente, cuando escaseaba la mano de obra, la solución consistía en importar trabajadores de la península u otras partes de Europa.
El precio de la vivienda en Baleares hace ahora inviable esa opción; resulta mucho más difícil atraer trabajadores que se trasladen a una región donde el alojamiento consumirá una parte sustancial de su salario. “Las soluciones que funcionaban en el pasado ya no son efectivas. Venimos arrastrando una falta de candidatos desde hace tiempo,” añade Mora.
El bajo desempleo constituye otro motivo. La economía balear “marcha muy bien”. Se han registrado 22 meses consecutivos de récord en creación de empleo. A ello se suma la tasa de abandono escolar. “Carecemos de formación profesional, de técnicos cualificados. Es un problema estructural que deriva en una falta de competencias. Faltan buenos candidatos.”
El sector de la construcción afronta un desafío particular. Climent Olives, del gremio de constructores, subraya una escasez de mano de obra agravada por “un envejecimiento preocupante de la plantilla y la falta de relevo generacional.” La edad media de los trabajadores es de 45 años. Solo un diez por ciento tiene 30 años o menos. “De continuar esta tendencia, el sector enfrentará una brecha de talento y experiencia que no podrá cubrirse de forma natural. El problema no es que el sector no sea atractivo, sino que existe una falta de información.”
Olives reclama al Gobierno español un plan integral “que aborde esta crisis de manera holística y urgente”, que incluya formación profesional, regularización de trabajadores inmigrantes en base a la residencia y una mayor participación de jóvenes y mujeres.