ROMA (AP) — El Consejo de Europa defendió el sábado la independencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos, después de que nueve estados miembros dijeran que su interpretación de las obligaciones de derechos impedía que expulsaran a expulsar a migrantes que cometen crímenes.
Los líderes de Dinamarca, Italia, Austria, Bélgica, Chequia, Estonia, Letonia, Lituania y Polonia en una carta conjunta hecha pública el jueves pidieron una “nueva y abierta conversación” sobre cómo el tribunal interpreta la Convención Europea de Derechos Humanos.
“Su preocupación se centra en las decisiones en el ámbito de la migración”, dijo el Secretario General del Consejo de Europa, Alain Berset, en un comunicado. “Estos son desafíos complejos, y las democracias siempre deben permanecer abiertas a la reflexión a través de los canales institucionales adecuados.”
Sin embargo, Berset enfatizó que el Tribunal Europeo de Derechos Humanos “no es un órgano externo” sino el brazo legal del Consejo de Europa, y está “vinculado por una Convención que los 46 miembros han firmado y ratificado libremente”.
“Existe para proteger los derechos y valores a los que se comprometieron a defender”, dijo. “Mantener la independencia y la imparcialidad del Tribunal es nuestra base.”
Advirtió contra la politización del tribunal.
Los nueve líderes europeos dijeron que la interpretación del tribunal de la convención en casos relacionados con la expulsión de “extranjeros criminales” ha protegido a las “personas equivocadas” y ha puesto demasiados límites para decidir quién puede ser expulsado.
El Consejo de Europa no es una institución de la UE y se creó en la posguerra para promover la paz y la democracia.
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