El conflicto entre Israel e Irán subraya la dependencia asiática del petróleo de Oriente Medio

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La dependencia de Asia del petróleo y el gas de Oriente Medio, junto con su transición relativamente lenta hacia energías limpias, la vuelve vulnerable a interrupciones en los envíos a través del Estrecho de Hormuz, un punto estratégico resaltado por el conflicto entre Israel e Irán.

Irán controla este estrecho, por donde pasa alrededor del 20% del petróleo y gas natural licuado (GNL) mundial. Cuatro países—China, India, Japón y Corea del Sur—absorben el 75% de esas importaciones.

Según análisis de Zero Carbon Analytics, Japón y Corea del Sur enfrentan el mayor riesgo, seguidos de India y China. Todos han sido lentos en expandir el uso de energías renovables.

En 2023, las renovables representaron solo el 9% de la matriz energética de Corea del Sur, muy por debajo del promedio del 33% en la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). Ese mismo año, Japón dependió más de combustibles fósiles que cualquier otro miembro del G7.

Aunque una tregua en el conflicto Israel-Irán parece mantenerse al momento de escribir esto, mitigando riesgos inmediatos, expertos insisten en que la única solución a la incertidumbre persistente es reducir la dependencia de combustibles fósiles importados y acelerar la transición asiática hacia fuentes limpias locales.

"Estos son riesgos muy reales que los países deben considerar seriamente en términos de seguridad energética y económica", señaló Murray Worthy, analista de Zero Carbon Analytics.

Japón y Corea del Sur: los más vulnerables

Aunque China e India son los mayores compradores de petróleo y GNL que transitan por el Estrecho de Hormuz, Japón y Corea del Sur son más frágiles.

Japón importa el 87% de su energía total y Corea del Sur el 81%. En comparación, China solo depende en un 20% e India en un 35%, según Ember, un think tank especializado.

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"Al cruzar la proporción de energía que pasa por el estrecho con su dependencia del petróleo y gas, Japón lidera en vulnerabilidad", explicó Worthy.

Sam Reynolds, del Instituto de Economía y Análisis Financiero de la Energía, detalló que tres cuartos de las importaciones petroleras de Japón y más del 70% de las de Corea del Sur —junto con gran parte de su GNL— dependen del estrecho.

Ambos países han priorizado diversificar proveedores fósiles sobre la transición energética. Japón planea que los combustibles fósiles aún cubran 30-40% de su energía para 2040, mientras Corea del Sur reduciría su dependencia del GNL al 10.6% para 2038.

Para cumplir metas de cero emisiones netas en 2050, deben agregar 9 GW de solar anual hasta 2030 (Agora Energiewende). Japón requiere otros 5 GW eólicos al año; Corea del Sur, 6 GW.

Las políticas japonesas son incongruentes: subsidia gasolina, aumenta importaciones de GNL y apoya proyectos petroleros en el extranjero. La eólica marina enfrenta trabas regulatorias. "¿Han hecho lo suficiente? No. Y sus acciones distan de ser óptimas", criticó Tim Daiss, consultor energético.

En Corea del Sur, tarifas eléctricas bajas restan rentabilidad a proyectos renovables, frenando inversiones (Kwanghee Yeom, Agora Energiewende). Reformas en precios y apoyos políticos podrían acelerar el cambio.

China e India: avances y brechas

China lideró el crecimiento global en eólica (+45%) y solar (+18%) en 2024, además de aumentar producción de gas local. Aunque sigue siendo el mayor importador de crudo (11 millones de barriles/día, gran parte de Oriente Medio), ha reducido compras de GNL.

India, aún dependiente del carbón (pretende aumentar producción un 42% hasta 2030), aceleró renovables (+30 GW en 2023). Al diversificar proveedores (EE.UU., Rusia), mitigó riesgos (Vibhuti Garg), pero necesita "un impulso renovable masivo para garantizar seguridad energética".

Riesgos para el resto de Asia

Un bloqueo en Hormuz impactaría a toda la región. "Aumentar capacidad renovable es un escudo clave contra la volatilidad de importar hidrocarburos", advirtió Reynolds.

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El sudeste asiático ya es importador neto de crudo (Centro de Energía ASEAN). Aunque exporta más GNL gracias a Brunei, Indonesia y Malasia, se prevé que para 2032 la demanda lo convierta en importador neto (Wood Mackenzie).

La AIE alertó: sin políticas más audaces, el costo de importar petróleo en la ASEAN pasaría de USD 130 mil millones (2024) a USD 200 mil millones (2050).

"La energía limpia no es solo climática, sino un imperativo de seguridad nacional", concluyó Reynolds.

Mercados: El Brent subió 0.55% (USD 68.10/barril), acumulando un 6.26% mensual, aunque por debajo del pico de la semana pasada.

(Tags: Conflicto Israel-Irán, Estrecho de Hormuz, Precios del petróleo, Seguridad energética, Asia)