El Centro de Visitantes de las Salinas reabre sus puertas como museo moderno con nuevas exposiciones.
Crédito de la foto: Consejería de Turismo de la Región de Murcia.
El Centro de Visitantes de las Salinas en San Pedro del Pinatar se ha reconvertido en un museo. Tras un período de meticulosa labor de transformación, el centro se presenta como “una experiencia moderna, accesible y participativa, al servicio de la educación ambiental y el conocimiento científico sobre nuestros espacios naturales”, según declaraciones del Consejero de Medio Ambiente, Juan María Vázquez.
Nuevas exposiciones a disposición del público
La nueva oferta museística incluye dos salas interpretativas totalmente renovadas: una dedicada al Mar Menor y otra al Parque Regional. Las exposiciones brindan una experiencia inmersiva que divulga la relevancia ecológica, histórica y cultural de la mayor laguna salada de Europa mediante paneles informativos, réplicas y recursos digitales.
La sala del Parque Regional ha actualizado su contenido previo y conserva elementos simbólicos del entorno de San Pedro del Pinatar, como el molino de viento y la exposición “tesoros marinos”, ahora con un carácter más didáctico y visual. El material de ambas salas está disponible en varios idiomas, ofreciendo una experiencia inclusiva tanto a turistas como a residentes.
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Uno de los principales atractivos de San Pedro del Pinatar
El Centro de Visitantes de las Salinas, situado cerca de la entrada del Parque Regional, constituye uno de los focos turísticos más importantes del municipio. Tiene como finalidad informar a visitantes y transeúntes locales sobre los elementos naturales más destacados de la zona, así como sobre su trascendencia histórica para la localidad. Además, gestiona diversos programas de voluntariado, lo que representa una excelente oportunidad para quienes deseen colaborar en la conservación del medio ambiente.
Este parque natural de salinas y dunas, pilar fundamental del turismo local, está indisolublemente ligado a la historia del pueblo, es un lugar idóneo para recorrer a pie o en bicicleta y atrae anualmente a miles de visitantes. Asimismo, es un enclave crucial para la conservación de la fauna autóctona, donde se puede observar una amplia variedad de especies animales, entre las que destacan los emblemáticos flamencos.
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