La Esquema Fenicia de Wes Anderson es un robo caleidoscópico que nos lleva por la estética característica del director con un ambiente travieso. Esta comedia negra de espionaje parece una carta de amor a la propia filmografía de Anderson, mezclando su estilo visual meticuloso con una narrativa igual de absurda que conmovedora. Ambientada en la ficticia Gran Fenicia Moderna Independiente, la película sigue a Zsa-zsa Korda (Benicio del Toro), un magnate moralmente cuestionable que enfrenta intentos de asesinato y un negocio complicado, mientras intenta reconectar con su hija distanciada, Liesl (Mia Threapleton), una monja. Con un gran elenco y un guión coescrito con Roman Coppola, Anderson crea un mundo tan encantador como escurridizo.
La película comienza con un bang—literalmente—cuando Korda sobrevive su sexto accidente aéreo, una escena tan hilarante como grotesca que marca el tono de la mezcla de Anderson entre slapstick y violencia cómica. El Korda de Del Toro es un antihéroe magnético, un comandante que masca puros, un hombre sin ética pero atormentado por la mortalidad. Su actuación es una lección de humor seco. Anderson sazona la trama con visiones bíblicas de Korda enfrentando el juicio en un más allá en blanco y negro, donde el Dios de Bill Murray y el asistente angelical de Willem Dafoe añaden un toque surrealista y filosófico al viaje del magnate.
Mia Threapleton como Liesl es el corazón latiente de la película, una revelación en su primer papel importante en Hollywood. Su monja fumadora de pipa y de lengua afilada roba escenas con una presencia que contradice su apariencia modesta. La dinámica entre Liesl y Korda impulsa la historia, un relato padre-hija que oscila entre una reconciliación tierna y una desconfianza marcada, ya que Liesl sospecha que su padre mató a su madre. La decisión de Anderson de centrar la trama en su relación—reconfigurada durante la producción—da frutos, ofreciendo un ancla emocional en medio de los negocios excéntricos y los intentos de asesinato. Michael Cera, como el torpe tutor noruego Bjorn, añade una dosis encantadora de torpeza, con su acento sueco y sus cómicas travesuras amorosas.
El elenco, un sello de Anderson, es a la vez una fortaleza y una distracción. Su habilidad para reunir tanto talento es innegable, pero quizás un enfoque más reducido hubiera afilado las apuestas emocionales. La Esquema Fenicia es un deleite para los fans de Anderson, con suficiente esplendor visual y encanto ingenioso. No es su mejor obra—le falta la profundidad de Los Tenenbaum o el impulso narrativo de El Gran Hotel Budapest—pero tampoco es un fracaso. Por cada momento que parece una autoparodia, hay un destello de sinceridad que te mantiene enganchado.
La Esquema Fenicia se estrena en los cines Luna Palace desde el jueves, 29 de mayo de 2025.
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