El capo más buscado de Ecuador, ‘Fito’, capturado en un ‘búnker subterráneo’

Vanessa Buschschlüter
Editora para América Latina, BBC News Online

MAURICIO TORRES/EPA
Adolfo Macías Villamar fue llevado a una cárcel de máxima seguridad

La policía de Ecuador ha recapturado al fugitivo más buscado del país, el narcotraficante Adolfo Macías Villamar, alias "Fito", líder de Los Choneros. Esta peligrosa banda criminal es responsable de transformar Ecuador, antes un destino turístico seguro, en uno de los países con tasas de homicidios más altas de la región.

Además, se sospecha que Fito ordenó el asesinato del candidato presidencial Fernando Villavicencio en 2023.

La policía lo encontró en un búnker subterráneo debajo de una casa de lujo en Manta. En la operación conjunta, que duró 10 horas y no incluyó disparos, cientos de agentes rodearon la vivienda de tres pisos.

Al entrar, descubrieron una puerta trampa camuflada en el piso de piedra, con escaleras de metal que llevaban al escondite de Fito. El "búnker" tenía aire acondicionado, cama, ventilador y nevera. La casa también incluía un gimnasio y sala de juegos con mesa de billar y futbolín.

Fito no opuso resistencia y fue trasladado en avión a Guayaquil, donde está la prisión de máxima seguridad La Roca. En imágenes se lo ve con shorts, camiseta y chanclas, escoltado por guardias armados.

El presidente Daniel Noboa felicitó a las fuerzas de seguridad y confirmó que Fito será extraditado a EE.UU. por narcotráfico.

Fito ya había escapado dos veces de prisión. Su última fuga, en enero 2024, causó motines mortales y obligó a Noboa a declarar estado de emergencia.

Desde prisión, Fito dirigía Los Choneros y fortalecío su alianza con el Cártel de Sinaloa, introduciendo tácticas violentas como decapitaciones en Ecuador.

LEAR  En la Academia Killhouse, donde los combatientes de Ucrania aprenden a pilotar drones

Su captura es un triunfo para Noboa, quien prometió combatir el crimen organizado. "Caerán más narcos, recuperaremos el país", escribió en X.

Mauricio Torres/EPA
Fito ya había escapado antes, por eso la seguridad fue máxima