Australia alberga la esperanza de que el capitán Pat Cummins esté en condiciones de disputar el primer Test de las Ashes contra Inglaterra en noviembre, aunque el entrenador Andrew McDonald admite que los plazos se están volviendo “ajustados”.
El lanzador de 32 años no ha vuelto a jugar desde que sufrió una lesión en la espalda durante la serie ante las Indias Occidentales en julio. Medios australianos informaron el miércoles que se perdería el primer encuentro en Perth el 21 de noviembre y que incluso es duda para toda la serie.
Este viernes, McDonald señaló que existía “un mayor optimismo” en torno a las posibilidades del capitán de participar en el partido inaugural, pero recalcó que necesitaría al menos “cuatro, cuatro semanas y media” de práctica con el balón para acondicionar su físico para los rigores del cricket de las Ashes. Faltan seis semanas para el primer Test.
“La realidad es que el tiempo empieza a apremiarnos”, afirmó McDonald.
“Mantenemos el optimismo y la esperanza, pero para esta altura de la próxima semana, creo que podremos evaluar con mayor precisión su situación real”.
McDonald agregó que valoraría la posibilidad de incluir a Cummins en el equipo incluso si no se encuentra al cien por ciento de su forma.
Cummins ha tomado 309 wickets en pruebas con un promedio de 22,10 carreras por despido.
Su historial es aún más formidable en Australia, donde ha capturado 177 wickets con un promedio de 19,92, mientras que frente a Inglaterra ha tomado 91 wickets en 19 encuentros.
El vicecapitán de Inglaterra, Harry Brook, comentó que sería una “ventaja” si Cummins no pudiera jugar, pero advirtió que no podían subestimar a ningún sustituto.
“Pat Cummins es un lanzador fenomenal y lo ha sido durante muchos años”, declaró Brook a BBC Radio 5 Live.
“Posee una técnica increíble a alto ritmo y su ausencia sin duda nos beneficiaría”.
“No obstante, Australia cuenta con otros lanzadores excelentes, así que estoy seguro de que alinearán a alguien sumamente competente. No podemos menospreciar a ningún rival”.