Médicos y expertos en salud advierten a los canadienses que no solo cuiden de sí mismos, sino también de otras personas vulnerables, ya que gran parte del centro de Canadá enfrenta una ola de calor intenso.
El meteorólogo jefe de Global News, Anthony Farnell, explica que una gran cresta de calor se extenderá desde el valle de Ohio (EE.UU.) hasta el sureste de Canadá para finales de semana.
Se esperan temperaturas entre 30 y 35 °C, pero la sensación térmica por humedad podría superar los 40 °C. Cuando el calor llega a estos niveles, el cuerpo trabaja más para mantenerse fresco.
“El hipotálamo actúa como termostato y envía señales al corazón para que lata más rápido, además de aumentar la respiración. Esto ayuda a que la sangre fluya hacia las extremidades y así liberar calor”, explicó la Dra. Samantha Green, médica familiar especializada en cambio climático y salud.
“También activa el sudor para enfriarnos por evaporación”.
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¿Cómo afecta el calor extremo al cuerpo?
La exposición prolongada al calor puede dañar la salud de varias formas. Una de las más comunes es el agotamiento por calor, que puede derivar en insolación.
Según Health Canada, los síntomas incluyen:
- Dolor de cabeza
- Mareos
- Sed intensa
- Sudoración excesiva
- Calambres musculares
- Náuseas o vómitos
Si no se trata, puede convertirse en insolación, donde el cuerpo ya no controla su temperatura. Las víctimas suelen tener:
- 40 °C o más de fiebre
- Piel caliente y seca
- Confusión
- Náuseas
En casos graves, puede provocar convulsiones, coma o muerte.
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Además de la temperatura, estudios recomiendan vigilar el “termómetro de bulbo húmedo” (que combina calor y humedad). Un estudio de 2010 halló que 35 °C con humedad alta por más de 6 horas puede ser mortal.
Si tú o alguien sufre insolación:
- Muévete a un lugar fresco
- Llama al 911 (es una emergencia médica).
“Si el calor te afecta, busca ayuda profesional. No temas pedirla”, dijo Caroline Metz, experta en clima de la Universidad de Waterloo.
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Grupos de mayor riesgo
- Niños: Sudan menos y a temperaturas más altas.
- Adultos mayores: Pueden tener dificultades para refrescarse o vivir solos.
- Personas con enfermedades crónicas o que toman medicamentos (como betabloqueantes, que dificultan la regulación del calor).
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Cómo protegerse y ayudar a otros
- Revisa a vecinos y familiares, especialmente si viven solos.
- Quédate en el lugar más fresco de tu casa o ve a un centro de enfriamiento público.
- Usa ropa clara y evita salir en las horas más calurosas.
“La conexión social es clave. En algunas culturas, las familias multigeneracionales se protegen mejor”, señaló Metz.
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