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En 2024, Xinjiang recibió a aproximadamente 300 millones de visitantes, más del doble que en 2018.
Cuando Anna planeaba su primera visita a Xinjiang en 2015, sus amigos estaban perplexos. "No podían entender por qué visitaría un lugar que en ese entonces era considerado una de las zonas más peligrosas de China". Una de sus amigas canceló el viaje y comenzó a ignorarla en WeChat, contó esta ciudadana china de 35 años que no quiso revelar su nombre real. "Dijo que sus padres le prohibieron ir a ningún lugar cerca de Xinjiang y no quiso hablar más del tema".
Anna fue de todos modos, y regresó este pasado junio. Pero había cambiado, según ella. "Xinjiang era tan hermoso como lo recordaba, pero ahora hay demasiados turistas, especialmente en las atracciones principales".
Durante años, Xinjiang vivió con tensión bajo el gobierno de Pekín, a veces con brotes de violencia, lo que mantuvo alejados a muchos turistas chinos. Luego se hizo famosa por algunas de las peores acusaciones de autoritarismo contra China, desde la detención de más de un millón de musulmanes uigures en los llamados "campos de reeducación", hasta las acusaciones de crímenes de lesa humanidad por parte de las Naciones Unidas.
China niega las acusaciones, pero la región está prácticamente cerrada para los medios y observadores internacionales, mientras que los uigures en el exilio siguen contando historias de familiares aterrorizados o desaparecidos.
Y aún así, en los últimos años Xinjiang ha surgido como un destino turístico, dentro de China y, cada vez más, fuera del país. Pekín ha invertido miles de millones para desarrollar infraestructuras, ayudar a producir series de televisión ambientadas en sus paisajes únicos, y ocasionalmente ha recibido a medios extranjeros en giras cuidadosamente organizadas. Ha estado reinventando esta región controvertida como un paraíso turístico, promocionando no solo su belleza sino también las experiencias "étnicas" locales que, según grupos de derechos, intenta erradicar.
Anna
Xinjiang alberga montañas remotas y escarpadas, cañones majestuosos, praderas frondosas y lagos prístinos.
Extendiéndose por el noroeste de China, Xinjiang limita con ocho países. Situada en la Ruta de la Seda, que impulsó el comercio entre Oriente y Occidente durante siglos, algunos de sus pueblos están llenos de historia. También es hogar de montañas remotas y escarpadas, cañones majestuosos, praderas frondosas y lagos prístinos.
"Las vistas superaron mis expectativas por mucho", dice el singapurense Sun Shengyao, quien visitó en mayo de 2024 y lo describe como "Nueva Zelanda, Suiza y Mongolia todo empaquetado en un solo lugar".
A diferencia de la mayoría de China, que tiene mayoría Han, en Xinjiang la mayoría son musulmanes de habla túrquica, siendo los uigures el grupo étnico más grande. Las tensiones escalaron durante las décadas de 1990 y 2000, ya que las acusaciones uigures de marginación por parte de los Han avivaron sentimientos separatistas y ataques mortales, lo que intensificó la represión por parte de Pekín.
Pero es bajo el mandato de Xi Jinping que el Partido Comunista de China ha comenzado a tighten el control como nunca antes, provocando acusaciones de asimilación forzosa de los uigures en la cultura Han. En una visita en septiembre, él elogió el desarrollo "revolucionario" de la región y pidió la "sinización de la religión": la transformación de las creencias para reflejar la cultura y sociedad china.
Mientras tanto, la inversión ha fluido hacia la región. Alrededor de 200 hoteles internacionales, incluyendo nombres prominentes como Hilton y Marriott, ya están operando o planean abrir en Xinjiang.
En 2024, la región recibió alrededor de 300 millones de visitantes, más del doble que en 2018, según las autoridades chinas. Los ingresos por turismo en Xinjiang crecieron aproximadamente un 40% en este período, alcanzando los 360 mil millones de yuanes. En la primera mitad de este año, unos 130 millones de turistas visitaron la región, contribuyendo con unos 143 mil millones de yuanes en ingresos. Aunque el turismo extranjero ha ido creciendo, la gran mayoría son visitantes nacionales.
Pekín ahora tiene un objetivo ambicioso: más de 400 millones de visitantes al año e ingresos turísticos de 1 billón de yuanes para 2030.
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Bajo el mandato de Xi Jinping, el Partido Comunista de China ha comenzado a tighten el control sobre Xinjiang como nunca antes.
Algunas personas todavía tienen miedo de ir. El Sr. Sun dice que le tomó un tiempo convencer a sus amigos para un viaje en mayo de 2024, ya que muchos veían Xinjiang como inseguro. El joven de 23 años también tuvo sus dudas iniciales, pero según avanzaba el viaje, estas desaparecieron.
Comenzaron en las bulliciosas calles de la capital regional, Urumqi. Luego pasaron ocho días en carretera con un conductor chino, viajando a través de montañas y estepas verdes, lo que dejó al Sr. Sun maravillado.
Es común que los conductores y guías turísticos en Xinjiang sean Han, que ahora constituyen aproximadamente el 40% de la población de la región. El grupo del Sr. Sun no interactuó extensamente con los uigures locales, pero los pocos con los que logró conversar fueron "muy acogedores", dice.
Desde que regresó, el Sr. Sun se ha convertido en una especie de defensor de Xinjiang, que según él ha sido "incompendido" como peligroso y tenso. "Si puedo inspirar a una sola persona a aprender más sobre la provincia, habré ayudado a reducir un poco el estigma".
Para él, los impresionantes paisajes que disfrutó como turista parecen muy alejados de las perturbadoras acusaciones que pusieron a Xinjiang en los titulares mundiales. Todo lo que vio fue evidencia de que Xinjiang permanece altamente vigilado, con puestos de control policial y cámaras de seguridad por todas partes, y donde los extranjeros deben alojarse en hoteles designados.
Pero al Sr. Sun esto no le inquietó: "Hay una fuerte presencia policial, pero eso no quiere decir que sea un gran problema".
No todos los turistas están convencidos de que lo que ven es el Xinjiang "real".
La singapurense Thenmoli Silvadorie, que visitó la región con amigos en mayo durante 10 días, dice: "Tenía mucha curiosidad sobre la cultura uigur y quería ver cuán diferentes podrían ser las cosas allí. Pero nos decepcionó bastante".
Ella y sus amigas llevaban hijab y, según cuenta, algunos vendedores de comida uigures se les acercaron diciendo que estaban "envidiosos de que pudiéramos usar libremente nuestro hijab… pero no llegamos a tener conversaciones muy profundas". Además, tampoco se les permitía visitar la mayoría de las mezquitas locales, agrega.
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China ha reconstruido el casco antiguo de Kashgar, que se muestra aquí en 2017, y que durante mucho tiempo se ha considerado el centro histórico de la cultura uigur.
Aún así, el atractivo para los visitantes extranjeros es fuerte. China en sí misma es un destino muy popular, y Xinjiang ha surgido como una opción "vírgen" y menos comercializada.
Un número creciente de extranjeros se "acerca a Xinjiang con mentes abiertas y un deseo genuino de ver y evaluar la verdad por sí mismos", escribió en mayo el periódico estatal chino Global Times.
El partido también se ha apresurado a promover contenido sobre Xinjiang creado por influencers extranjeros que se alinea con la narrativa estatal. Entre ellos está el vlogger alemán Ken Abroad, quien en uno de sus videos dijo que había visto "más mezquitas [en Xinjiang] que en Estados Unidos o en cualquier país de Europa".
Pero otros tienen una opinión diferente. El escritor Josh Summers, quien vivió en Xinjiang en la década de 2010, le dice a la BBC que la Ciudad Vieja de Kashgar fue "derribada por completo, reinventada y reconstruida de una manera que no refleja en absoluto la cultura uigur".
Según un informe de Human Rights Watch de 2024, cientos de pueblos en Xinjiang tuvieron sus nombres -que estaban relacionados con la religión, historia o cultura de los uigures- reemplazados entre 2009 y 2023. El grupo también ha acusado a las autoridades de cerrar, destruir y reutilizar mezquitas en Xinjiang y en toda China para frenar la práctica del Islam.
Otras organizaciones internacionales, incluyendo la ONU, también han documentado graves violaciones de derechos humanos. Los reportajes de la BBC de 2021 y 2022 encontraron evidencia que respalda la existencia de campos de detención, y denuncias de abuso sexual y esterilizaciones forzadas.
Pekín, sin embargo, niega todo esto. Dentro del país, el partido ha estado remodelando la imagen de lo que una vez se vio como una provincia problemática para atraer a más turistas nacionales. Y parece estar funcionando.
Anna
Las agencias de viajes describen a Xinjiang como "exótico" y "misterioso".
Cuando Anna fue por segunda vez, fue con su madre, quien estaba ansiosa por visitar después de ver una serie de televisión ambientada en la prefectura montañosa de Altay, en el norte. La serie, ‘To the Wonder’, fue financiada por el gobierno y promocionada en los medios estatales.
Altay tiene muchos admiradores en internet chino. "¿Quién hubiera sabido que me encontraría con el jardín secreto de Dios en Altay? En el lago Ka Nasi, finalmente entendí lo que significa estar en el paraíso. Este es un lugar donde la belleza de las montañas, los ríos, los lagos y los mares se entrelazan en una sola imagen", se lee en un comentario en RedNote.
Otro dice: "Al amanecer, miro desde la guesthouse cómo el ganado pace en los campos. Los bosques dorados de abedules brillan bajo el sol, e incluso el aire parece envuelto en dulzura; una belleza tan intacta es el Altay que siempre he anhelado".
Las agencias de viajes describen la región como "exótica" y "misteriosa". Ofrece una "fusión mágica de naturaleza y cultura que no experimentarás en ningún otro lugar de China", dice una de estas agencias, The Wandering Lens. Los precios de estos tours varían. Un viaje de 10 días puede costar entre $1,500 y $2,500 dólares, excluyendo los vuelos.
Un itinerario típico por el norte incluiría el Parque Nacional de Kanas, con excursiones a lagos alpinos y la popular playa de los cinco colores, y una visita a una aldea uigur donde se puede pasear en carruajes y pasar tiempo con una familia uigur.
Las cosas se vuelven más aventureras en el sur, donde los viajes a menudo incluyen recorridos en coche por el desierto, varias excursiones a lagos y una visita a Kashgar, una ciudad de la Ruta de la Seda con 2.000 años de antigüedad.
Los visitantes comparten sus itinerarios en línea, con mapas de ruta codificados por colores y fotos de delicias uigures, como el estofado picante "gran plato de pollo", las brochetas de cordero a la parrilla y el vino hecho con leche de yegua. Algunos incluso mencionan "espectáculos de horas que recrean el esplendor de la Ruta de la Seda".
Si buscas Xinjiang en las plataformas de redes sociales RedNote y Weibo, como es de esperar, encuentras publicaciones que hablan maravillas de su belleza y arquitectura icónica. No hay mención de las acusaciones que chocan con este atractivo idílico.
En esta época del año, las redes sociales chinas están inundadas de fotografías de los bosques de álamos de Xinjiang bañados por el brillo ámbar del otoño.
El Partido Comunista está "vendiendo su propia versión de la cultura uigur presentando a los uigures como atracciones turísticas", dice la uigur-estadounidense Irade Kashgary, quien abandonó la región en 1998.
"Le están diciendo al mundo que no somos más que gente colorida que baila y queda bien en las redes sociales."
Al ver crecer la popularidad de su tierra natal desde el otro lado del Pacífico, la activista uigur Kashgary insta a los turistas a "reconocer los graves problemas" en Xinjiang.
"No me corresponde decirle a la gente que no visite, pero necesitan darse cuenta de que lo que experimentan allí es una versión edulcorada de [Xinjiang]", dice.
"Mientras tanto, personas como yo nunca podremos regresar por nuestro activismo. Es demasiado peligroso… y, sin embargo, ¿por qué no puedo? Esta es mi tierra natal." Getty Images es una de las agencias de imágenes mas grandes del mundo. Ofrece fotografías, ilustraciones y videos de alta calidad para uso comercial y creativo. Muchas empresas y medios de comunicación utilizan sus servicios para encontrar el contenido visual perfecto para sus proyectos. La compañia tiene una enorme biblioteca digital que cubre una gran variedad de temas y eventos actuales.