Pakistán está presenciando un cambio en su panorama energético mientras el país adopta sistemas de energía solar fotovoltaica (FV) y almacenamiento con baterías para combatir la escasez “crónica” de energía y los altos costos de la electricidad.
En 2024, Pakistán importó 17GW de energía solar FV y un estimado de 1,25GWh de paquetes de baterías de iones de litio, lo que marca una adición a sus 40GW de capacidad total instalada.
Se espera que esta tendencia continúe, con las importaciones de baterías alcanzando potencialmente los 8,75GWh para 2030, suficiente para cubrir más de un cuarto de la demanda máxima, mientras que la solar podría cubrir la mayoría de las necesidades de energía diurna.
El auge de la solar y las baterías no solo está reduciendo los costes energéticos para los usuarios pakistaníes, sino que también mejora la fiabilidad y contribuye a la soberanía energética del país al reducir la dependencia de combustibles importados.
Sin embargo, esta transformación presenta nuevos desafíos para la resiliencia de la red y la integración del sistema.
El rápido crecimiento de la energía distribuida está creando una división entre los usuarios dependientes de la red y aquellos que pueden permitirse soluciones fuera de la red, como paneles solares en tejados y baterías.
Esta expansión “descoordinada” plantea preguntas críticas para la red nacional de Pakistán, incluyendo la equidad en el reparto de costos y el impacto de los acuerdos de “tómalo o págas” con las centrales de gas y carbón existentes.
En 2024, la Autoridad Nacional de Regulación de Energía Eléctrica (NEPRA) reportó que los pagos por capacidad a las centrales eléctricas superaron los 2 billones de PKR (7 mil millones de dólares), un costo que debe recuperarse mediante tarifas más altas sobre una base de clientes cada vez más reducida.
Para abordar estos desafíos y hacer que la transición energética sea más inclusiva, el país está explorando mecanismos de financiación como las finanzas mixtas y los préstamos concesionales.
Instituciones como el Banco Asiático de Desarrollo (BAD) y el Fondo Verde para el Clima (GCF) ya están apoyando proyectos como el Proyecto de Energía Solar Distribuida de Pakistán, que aprovecha una garantía respaldada por el GCF para financiar instalaciones solares a través del esquema de energías renovables del Banco Estatal de Pakistán.
La transición energética de Pakistán también subraya la necesidad de proyectos solares a escala de servicios públicos para complementar los sistemas distribuidos y en tejados, esenciales para satisfacer la demanda creciente y facilitar la transición.
Las soluciones de financiación deben atender a todos los segmentos de la población para asegurar que el rápido cambio hacia la solar y el almacenamiento beneficie a todo el sistema eléctrico.
Otras economías emergentes pueden sacar valiosas lecciones de la experiencia de Pakistán. Las recomendaciones incluyen hacer la transición energética inclusiva, integrar la energía distribuida en el sistema, incluir los activos existentes, incorporar el sector de la movilidad y planificar con antelación para escalar.
La historia continúa
A medida que el costo de los paneles solares y las baterías sigue cayendo, estas economías pueden aprovechar las lecciones de Pakistán para gestionar sus transiciones hacia una energía “asequible” y baja en carbono.
“El auge de la solar y las baterías de Pakistán redefine el sector energético” fue creado y publicado originalmente por Energy Monitor, una marca propiedad de GlobalData.
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