El asador que redefine la gastronomía del Mar Menor en Murcia

A orillas del reluciente Mar Menor, La Casa de Papel se está convirtiendo, sin ruido, en uno de los lugares más comentados de esta esquina de la Región de Murcia. Con su atmósfera distendida, su compromiso con el producto local y una auténtica pasión por la parrilla, el restaurante ofrece una experiencia gastronómica que se siente a la vez arraigada en la tradición y refrescantemente contemporánea.

Su ubicación ya es un atractivo. Situado a pocos pasos de la laguna —famosa por sus aguas tranquilas y su belleza natural—, el local se integra en su entorno con un interior cálido y aireado, y una carta que refleja los ingredientes de la región. Gran parte de los productos son de proximidad, con verduras procedentes de su propio huerto, lo que dota a los platos de una frescura notable.

Compromiso con producto local fresco y su propio huerto

Los amantes de los entrantes relajados se decantarán directamente por las croquetas de centollo, que se han convertido en una especie de favorita entre los habituales. Ligeras, crujientes y llenas de un sabor delicado, son un acierto seguro. La ensalada templada con Camembert frito, manzana y vinagreta de miel aporta un toque más suave y contundente —el tipo de plato que se siente como un capricho pero que encaja en un entorno costero.

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Pero el corazón de La Casa de Papel es, sin duda, su parrilla. La cocina adopta un enfoque sencillo y seguro que permite brillar a las materias primas. Un pescado blanco a las brasas llega con la piel perfectamente crujiente y un interior tierno y ahumado —la clase de plato que recuerda por qué el asado es aquí todo un arte. El entrecot a la parrilla, servido jugoso y cortado con precisión, habla el mismo idioma: una cocina sin complicaciones donde el sabor es lo primero.

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La carta de vinos es otra grata sorpresa. Amplia, bien seleccionada y nada intimidante, incluye botellas de las regiones más conocidas de España junto a algunas propuestas menos conocidas pero muy cuidadas. El equipo es realmente servicial a la hora de aconsejar maridajes, logrando ese difícil equilibrio entre conocimiento y cercanía.

Aunque la comida es indudablemente la protagonista, el servicio relajado y amable es lo que redondea la experiencia. Visitantes recientes han elogiado la calidez y el cuidado al detalle del personal —y es fácil entender por qué.

En un entorno tan idílico como el Mar Menor, La Casa de Papel podría limitarse a vivir de las vistas. En su lugar, ofrece una experiencia gastronómica basada en el sabor, el orgullo local y el atractivo honesto de una buena parrilla. Cálido y desenfadado para una salida informal, pero con el pulido necesario para una ocasión especial, es un restaurante que encaja a la perfección en su entorno —y que te hace planear la próxima visita antes incluso de abandonar la mesa.