Más allá del estudio
En el mundo del arte contemporáneo, el límite entre la creación y la educación es cada vez más difuso. Los artistas de hoy no solo son creadores, sino también mentores, investigadores y facilitadores de experiencias. Para Yanan He, los roles de artista y educadora no son identidades paralelas, sino prácticas interconectadas. Su trabajo en joyería y su enfoque en la educación artística temprana forman un ciclo de retroalimentación: la creación inspira la enseñanza, y la enseñanza transforma la creación. Como artista y pedagoga, ella redefine la educación no como una transmisión unidireccional de habilidades, sino como un espacio de descubrimiento mutuo.
Fundamentos elaborados: La joyería como traducción cultural
De 2009 a 2012, Yanan He estudió en el departamento de orfebrería y joyería de la Glasgow School of Art, conocida por su formación rigurosa en técnicas artesanales y su enfoque artístico innovador. Esta experiencia le dio una base técnica sólida mientras fomentaba su exploración conceptual. Su galardonada serie Huellas del tiempo, ganadora del Premio Richard Hubbard Arroll Memorial, se inspira en la arquitectura china tradicional. Mediante motivos decorativos recombinados y elementos estructurales rítmicos, Yanan crea recipientes de plata oxidada con incrustaciones de pan de oro. Estas obras reflejan un diálogo dinámico entre herencia e innovación, invitando a percibir el ornamento no como un símbolo estático, sino como un ritmo vivo de expansión visual.
El contraste entre materiales—la plata oscurecida y el brillante pan de oro—refuerza la narrativa del tiempo y la transformación. Cada pieza habla de la temporalidad en los entornos construidos y cómo la artesanía puede reflejar la memoria culturál mientras propone nuevos vocabularios formales.
Enseñar como artista: Replanteando la educación artística temprana
Al regresar a Pekín, Yanan estableció su propio estudio, donde integró la creación artística con la práctica educativa. Evitando currículos rígidos, eligió enseñar a los niños como artista, no como una instructora convencional. En su estudio, las clases se convirtieron en exploraciones compartidas. Los niños dibujaron, crearon patrones, construyeron y observaron—no para copiar formas predeterminadas, sino para desarrollar sus propios lenguajes visuales.
Para estudiantes de 4 a 12 años, Yanan enfatizó el carácter lúdico del arte: crear como idea y juego. Este enfoque fomentó la sensibilidad, la curiosidad y el pensamiento corporal. En lugar de posicionarse como juez del conocimiento, se convirtió en una compañera de exploración, guiando a los niños a valorar el proceso y la percepción.
Sus métodos educativos reflejan su propio proceso creativo: iterativo, intuitivo y adaptable. A su vez, sus interacciones con los alumnos han influido continuamente en su práctica artística, revelando nuevos registros emocionales y formas alternativas de ver.
Uniendo culturas educativas: China y el Reino Unido
Educada en los sistemas chino y británico, Yanan es muy consciente de sus contrastes. La educación artística china, basada en valores confucianos, privilegia la disciplina, la técnica y el respeto por la tradición. La británica, influida por pedagogías progresistas, fomenta el pensamiento independiente, el desarrollo conceptual y la experimentación interdisciplinaria.
En lugar de ver estos modelos como opuestos, Yanan busca sintetizar sus fortalezas. Combina la artesanía estructurada con la indagación crítica, ayudando a los estudiantes a explorar forma y significado. Durante viajes anuales al Reino Unido, sus alumnos chinos visitan instituciones como el British Museum, el V&A y la National Gallery, experimentando de primera mano la diversidad del arte occidental y la cultura museística. A la inversa, su estudio en China incorpora investigaciones prácticas de sitios patrimoniales chinos, como los murales de Dunhuang y el Palacio Yongle.
Este intercambio cultural amplía los límites de la educación artística. Los estudiantes comprenden tanto sus tradiciones locales como los contextos globales, aprendiendo a preguntarse no solo cómo crear, sino por qué.
Una alimentación bidireccional: La pedagogía como práctica
La filosofía de Yanan resuena con debates en el arte sobre la relación recíproca entre enseñar y crear. En un panel titulado Por qué los artistas deberían enseñar (Freelands Foundation, 2023), artistas discutieron cómo la educación les obliga a articular conocimientos tácitos, cuestionar supuestos y mantenerse ágiles intelectualmente. La experiencia de Yanan confirma esto: las preguntas de sus estudiantes a menudo desafían hábitos artísticos y abren posibilidades creativas inexploradas.
También ve un valor especial en que los artistas enseñen a niños. Los artistas, sensibles al detalle y la expresión, pueden reconocer la creatividad latente en cada niño y protegerla de la estandarización prematura. Al valorar cada respuesta infantil como significativa, Yanan cultiva agencia y originalidad desde edades tempranas.
Para Yanan He, la educación no es un sistema fijo, sino una práctica en evolución. Cree que debe guiarse no por la eficiencia o la formalidad, sino por la visión, la empatía y la flexibilidad. Su doble rol como artista-educadora le permite reinventar el aula como espacio de experimentación artística y el estudio como ámbito pedagógico. Ya sea mediante sus obras o su enseñanza, explora cómo la tradición puede mantenerse fluida, cómo los niños pueden ser creadores y cómo el arte—a cualquier edad—puede ser personal y compartido.