Esta semana, el siguiente paso de Argentina en pos del dominio del fútbol mundial ha comenzado. Si esto no fuera lo suficientemente intrigante, incluso hay una nueva tecnología en desarrollo que podría alterar el repertorio y ese siempre espinoso tema de cómo se arbitra.
La Copa Mundial Sub-20 en Polonia, que Argentina ha iniciado con victorias consecutivas, está mostrando la última innovación del fútbol, el FVS (soporte de video de fútbol). A diferencia de antes, donde los árbitros y los oficiales del VAR tenían la última palabra sobre si revisar una jugada o no, los entrenadores ahora disponen de una ‘tarjeta verde’, que pueden emplear para impugnar goles, penales o expulsionés. Es similar al sistema usado en el hockey profesional, con cada equipo limitado a dos desafíos. Argentina ha hecho un uso extenso de sus desafíos al inicio del torneo, con resultados dispares: pero, ¿qué hay del rendimiento real en el campo de los intrépidos jóvenes dirigidos por Diego Placente?
El contexto era ciertamente desfavorable al inicio. En 2023, el equipo Sub-20 entrenado por el entonces desafortunado Javier Mascherano no logró clasificarse directamente para el Mundial tras una calamidad en el campeonato sudamericano de ese año, donde perdieron tres de sus cuatro partidos de grupo y ni siquiera accedieron a la ronda final. Solo un extravagante giro del destino salvó a Mascherano del sonrojo: la nación anfitriona, Indonesia, fue expulsada por negarse a aceptar a Israel como participante, y el siempre oportuno Claudio ‘Chiqui’ Tapia se presentó para ofrecer a Argentina como reemplazo de último minuto, colando a la nación en la final por la puerta trasera. Una vez allí, los chicos del Albiceleste ganaron sus tres grupos, pero se despidieron inmediatamente ante Nigeria en los octavos de final, un final prematuro y poco inspirador para sus esperanzas de levantar la Copa.
Hasta ahora, las cosas parecen considerablemente mejores. El partido inaugural del domingo contra Cuba terminó en una cómoda victoria por 3-1, a pesar de perder a Santiago Fernández con una tarjeta roja tras solo 10 minutos por una supuesta agresión inexistente, confirmada pese a que Placente recurrió a la tarjeta verde. Alejo Sarco, quien juega al fútbol de su club en Alemania con el Bayer Leverkusen, fue el héroe de la noche con dos goles, formando una asociación letal con el prodigio de Vélez Sarsfield, Maher Carrizo. El nuevo talento de River Plate, Ian Subiabre, completó el marcador con un golpe contundente en los minutos finales para el tercer tanto de Argentina.
Sarco no perdió tiempo en anotar su tercer gol del Mundial en los primeros minutos contra Australia, tras desviar un pase excelente desde el fondo. Inicialmente, el gol fue anulado, pero esta vez Placente tuvo mejor suerte con su desafío y se hizo justicia.
A los treinta y cinco minutos del partido, Argentina obtuvo su segundo beneficio del FVS. El defensor Tomás Pérez fue derribado en su propia área tras un pase descuidado del Albiceleste, lo que condujo al empate de Australia; pero el árbitro, tras el segundo desafío argentino en media hora, consideró que la falta cometida por Tomás Quintana antes de rematar era efectivamente ilegal. Como suele pasar en el fútbol, de manera casi poética, Pérez apareció en el área australiana para marcar el 2-0 gracias a una buena jugada de Carrizo.
Si a Argentina le costó cerrar el partido pese a su dominio, se debió en gran medida al zaguero Santino Barbi, cuyo error inexplicable regaló un gol a Australia cuando faltaban poco más de 20 minutos, desatando los nervios en la afición. Pero supieron aguantar y cerraron con una buena victoria, con Subiabre brillando desde el banquillo con su segundo gol del torneo y su compañero suplente, Santino Andino, rematando con un zapatazo tardío para sellar un 4-1.
La clasificación está asegurada: la próxima prueba es la más grande hasta ahora, ante la invicta Italia. Los chicos de Placente no podrán cometer los errores que casi les cuestan caro el miércoles, pero hay mucho que admirar en este equipo descarado y fluido, repleto de talento ofensivo, que ya parece mucho más completo que en aquel intento fallido por el título en 2023.