Cientos de personas se reunieron en la plaza del Pesebre de Belén, en la ocupada Cisjordania, para ver el encendido de un enorme árbol de Navidad. Las celebraciones festivas regresaron a la ciudad por primera vez desde que comenzó la guerra en Gaza.
Se podía ver a la gente cantando y bailando entre las luces parpadeantes que decoraban la plaza, frente a la histórica Iglesia de la Natividad. Además, un Papá Noel ayudaba a repartir dulces.
Los residentes dieron la bienvenida a las celebraciones. Una mujer dijo esperar que “esta luz nos guíe hacia mejores tiempos”.
La reanudación de las festividades no estuvo exenta de controversia, dado el sufrimiento que continúa en Gaza. Sin embargo, el alcalde de Belén, Maher Canawati, declaró: “En lo profundo de mi corazón, sentí que era lo correcto, porque la Navidad nunca debería ser detenida o cancelada”.
