El director ruso Valery Gergiev ha sido vetado en los escenarios europeos desde la invasión a gran escala de Ucrania.
Cercano aliado de Vladimir Putin por muchos años, el director de los teatros estatales rusos Bolshói y Mariinski nunca ha hablado en contra de la guerra.
Pero una región del sur de Italia ahora lo ha invitado de vuelta a Europa, lo que señala su rehabilitación artística incluso mientras los ataques de Rusia en Ucrania se intensifican.
Vincenzo De Luca, gobernador de la región de Campania, insiste en que el concierto en el festival Un’Estate da RE a finales de mes seguirá adelante, a pesar de las crecientes críticas.
"La cultura… no debe ser influenciada por la política ni por la lógica política", declaró De Luca en una transmisión en vivo el viernes. "No les pedimos a estos hombres que respondan por las decisiones de los políticos."
El líder local de 76 años ya había calificado el veto europeo a artistas prorrusos como "un momento de estupidez, un momento de locura" al inicio de la guerra y anunció que estaba "orgulloso" de recibir a Gergiev.
Pero Pina Picierno, vicepresidenta del Parlamento Europeo, dijo a la BBC que permitir su regreso es "absolutamente inaceptable". Lo llama "portavoz cultural de Putin y sus crímenes".
La activista ucraniana y premio Nobel Oleksandra Matviichuk calificó la invitación del gobierno regional de "hipocresía" en lugar de neutralidad.
Activistas de la oposición rusa también condenaron su abrupto regreso. La Fundación Anticorrupción, del fallecido líder opositor Alexei Navalny, exige la cancelación del concierto y pide al ministerio del Interior italiano que le niegue la entrada.
Antes de la guerra, Gergiev era un visitante frecuente en Italia y Europa, a pesar de su cercanía con Putin. Su exitosa carrera incluye pasos por la Orquesta Sinfónica de Londres y la Filarmónica de Múnich.
Pero las invitaciones cesaron el 24 de febrero de 2022. Horas antes de los primeros misiles rusos, Gergiev estaba en el escenario de La Scala en Milán. Presionado por el alcalde para condenar la guerra, optó por el silencio y fue inmediatamente cancelado.
Abandonado por su manager y despedido en Múnich, su invitación en Italia ahora genera polémica.
Picierno, oriunda de Campania, aclara que su oposición no es rusofóbica: "No faltan artistas rusos brillantes que se distancian de las políticas criminales de Putin."
Advierte que permitir su presentación sería "erróneo y peligroso", ya que Gergiev forma parte de una estrategia del Kremlin para suavizar la opinión pública occidental.
La polémica surge mientras Italia albergaba a líderes europeos para reafirmar el apoyo a Ucrania. La primera ministra Giorgia Meloni ha criticado duramente a Putin, pero su ministerio de Cultura apoya el festival que invitó a Gergiev.
Un diputado de su partido lo defiende como "simplemente un gran artista" y advierte que vetarlo sería un "genocidio cultural".
Canadá, en cambio, lo baneó y congeló sus bienes. La UE evita sancionarlo formalmente, aunque pide no dar espacio a artistas que apoyen la guerra.
Gergiev, empleado estatal ruso, fue acusado por Navalny de poseer propiedades no declaradas en Italia y malversar fondos de una fundación benéfica. La BBC no ha logrado contactarlo para comentar.
La Comisión Europea aclaró que el festival no recibe fondos de la UE, pero instó a no promover artistas que respalden la agresión rusa. En Campania, el director artístico del festival se negó a comentar.
Un portavoz estaba seguro de que la actuación de Gergiev seguiría adelante, a pesar de la controversia.
“Sí,” le aseguró a la BBC. “Definitivamente.”
Información adicional desde Roma por Davide Ghiglione.