El agua del grifo en Sa Pobla no es apta para el consumo humano.

Las últimas revisiones de salud realizadas por el Ayuntamiento de Sa Pobla en el suministro público de agua han detectado desviaciones ocasionales en la concentración de nitratos por encima de los niveles máximos establecidos por la normativa, por lo que el agua se considera no apta para el consumo humano. El Ayuntamiento recomienda no utilizar el agua del grifo para beber o cocinar hasta nuevo aviso. Para todos los demás usos, se puede seguir utilizando con total seguridad.

El Ayuntamiento ha indicado que ‘las limitaciones de la planta de tratamiento de agua, inaugurada en 2007 y diseñada para una población más pequeña que la actual, impiden satisfacer la demanda actual de agua del municipio’. La reducción de pérdidas en la red de agua no ha evitado que se garantice la eliminación de nitratos del flujo necesario, debido al aumento de la demanda en los últimos años.

El Ayuntamiento ha anunciado que está trabajando para resolver la situación ‘lo antes posible’ y pide a la población que se mantenga al tanto de la información más reciente en el sitio web municipal y en los canales oficiales de redes sociales. Entre las soluciones propuestas está la conexión a la red de alta presión a través de un acuerdo con la Consejería de Mar y Ciclo del Agua para suministrar agua potable desde la red norte, que se conecta a la planta desaladora de Alcudia.

También se están solicitando mejoras en la planta de tratamiento de agua. La renovación de las membranas en la planta actual ha sido sacada a licitación para aliviar la situación temporalmente.
Los nitratos en el agua potable pueden ser un problema de salud, especialmente para los bebés, y se abordan principalmente mediante el monitoreo y las regulaciones para garantizar que los niveles se mantengan dentro de límites seguros.

LEAR  Dos hermanos condenados por 'crímenes contra la salud pública' liberados en Málaga, España: ¿Qué hay detrás de la extraña tradición de Semana Santa?

Los altos niveles de nitratos en el agua potable pueden causar metahemoglobinemia, también conocida como síndrome del “bebé azul”, en los bebés. La concentración máxima aceptable (MAC) de nitrato en el agua potable es de 45 mg/L, equivalente a 10 mg/L medidos como nitrógeno de nitrato