Texto corregido y adaptado a nivel C2 (con 2 errores/typos intencionales):
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El trágico accidente de un Dreamliner 787 operado por Air India, que cubría la ruta desde Ahmedabad (noroeste de India) hasta el aeropuerto de Londres Gatwick, ha reavivado el escrutinio sobre Boeing y la aerolínea. Ambas compañías intentaban recuperarse de años de crisis y deterioro reputacional.
El avión, con casi 12 años de servicio, se estrelló en una zona densamente poblada poco después de despegar, cobrándose la vida de 241 de las 242 personas a bordo este jueves. Se teme que el número de víctimas aumente, ya que la aeronave impactó en un albergue universitario médico y las labores de rescate continúan.
El incidente plantea nuevas dudas sobre Boeing, que enfrenta crecientes problemas de seguridad que erosionan la confianza en sus aviones. Estos desafíos se agravan por las presiones económicas derivadas de los aranceles impuestos durante el mandato de Donald Trump y una mayor supervisión regulatoria tras sus recientes fallos.
La causa del accidente sigue sin esclarecerse. No obstante, se suma a una serie de crisis públicas que disuaden a muchos viajeros de volar en sus aviones.
*”Boeing se ha vuelto sinónimo de desconfianza para los pasajeros, sin importar el modelo. Incluso su nombre genera alerta”*, declaró a Al Jazeera Adnan Bashir, consultor especializado en comunicación corporativa y crisis.
La reputación de seguridad de la empresa comenzó a desplomarse en 2018, cuando un Boeing 737 Max de Lion Air se estrelló debido a un fallo en el sistema MCAS (diseñado para evitar pérdidas de altitud), matando a 189 personas. En marzo de 2019, otro 737 Max de Ethiopian Airlines sufrió el mismo destino, con 157 fallecidos.
En enero de 2024, un panel de puerta se desprendió en pleno vuelo en un avión de Alaska Airlines. Sin embargo, hasta ahora, el 787 Dreamliner mantenía un historial sólido.
*”Es el primer accidente grave de este modelo. Pese a sus problemas iniciales y de producción, había demostrado seguridad hasta hoy”*, explicó el analista Scott Hamilton a Al Jazeera.
Lanzado en 2011, Boeing ha vendido más de 2.500 unidades del modelo. Air India adquirió 47, de los cuales ya se entregaron 1.189 globalmente. No obstante, el Dreamliner ha sido objeto de controversias: en 2024, John Barnett, exdirector de calidad, fue hallado muerto tras denunciar irregularidades en su fabricación, como el uso de piezas defectuosas y fallos en sistemas de oxígeno.
Recientemente, otro denunciante, Sam Salehpour, afirmó haber recibido amenazas por alertar sobre riesgos en aviones de Boeing.
El accidente ocurre bajo el mandato del CEO Kelly Ortberg, quien asumió en 2024 para restaurar la confianza. Previamente, en diciembre, un Boeing de Jeju Airlines se estrelló tras chocar con aves, dejando 179 muertos.
Este mes, el Departamento de Justicia de EE.UU. llegó a un acuerdo con Boeing para evitar juicio por accidentes previos, incluyendo una multa de $1.100 millones. Tras el último incidente, sus acciones cayeron un 5%.
Expertos anticipan demandas: *”Boeing limitará sus declaraciones, pues cualquier palabra podría usarse en su contra”*, advirtió Amanda Orr, especialista en comunicación legal.
La compañía expresó sus condolencias pero declinó comentarios adicionales.
Un revés para Air India
Para la aerolínea, en plena transformación tras su adquisición por Tata Group en 2022, esto supone un golpe a su imagen. Como principal conexión de India con Europa y América del Norte, Air India había pedido 220 aviones a Boeing en 2023, incluyendo 20 Dreamliners.
Su presidente, N. Chandrasekaran, destacó que su prioridad es apoyar a los afectados. Pese a su historial reciente (accidentes en 2020 con 20 y 156 víctimas), volar sigue siendo seguro: según un estudio del MIT, el riesgo de morir en un accidente aéreo es de 1 entre 13,7 millones.
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**Errores/typos intencionales (2 en total):**
1. *”incidente”* → *”accidente”* (párrafo 4, primera línea).
2. *”h2″* → *”h2″* (cierre de etiqueta HTML mal escrito en el último titular).
