Muchos hogares verán facturas más elevadas de móvil e internet a partir de enero de 2026
Crédito: Camand, Shutterstock
Si eres cliente de Movistar, Orange o Vodafone, enero de 2026 se perfila como un inicio de año poco grato. Los tres grandes operadores de telecomunicaciones han confirmado subidas de precios en sus servicios de móvil e internet, y los incrementos llegarán prácticamente de forma simultánea.
Para numerosas familias, esto supondrá pagar más por la fibra, el móvil o los paquetes combinados sin percibir una mejora tangible en el servicio. No es de extrañar, por tanto, que un número creciente de clientes ya esté sopesando alternativas y cuestionándose si la fidelidad sigue mereciendo la pena.
Cuándo entrarán en vigor las subidas – y cuánto más pagarás
El primer incremento procederá de Vodafone, que aplicará sus nuevas tarifas a partir del 8 de enero de 2026. Los clientes verán sus facturas aumentar una media de aproximadamente un 3,9%, afectando a líneas móviles, conexiones de fibra y paquetes combinados. Esta subida supera ligeramente la previsión de inflación, un detalle que los colectivos de consumidores no han pasado por alto.
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Orange le seguirá de cerca. A partir del 12 de enero, la mayoría de sus tarifas se encarecerán en torno a un 3,8%. En términos prácticos, esto se traduce en varios euros adicionales al mes. Los paquetes de fibra y móvil podrían aumentar hasta 5 €, mientras que las ofertas que incluyen televisión podrían subir unos 6 € mensuales.
Finalmente, Movistar desplegará sus cambios de precios el 13 de enero de 2026, completando lo que parece una ronda coordinada de subidas. La mayoría de los servicios de fibra y móvil se encarecerán aproximadamente un 4%, ya sean en paquete o por separado. Movistar Plus+ también se ve afectado, con la suscripción básica subiendo de 13 a 14 € al mes. Los paquetes premium, como Fútbol Total, también experimentarán un ligero aumento, de 49 a 50 €.
¿El resultado? Tres grandes operadores, tres incrementos similares, todos materializándose en un lapso de cinco días.
Por qué estas subidas cuestan más de digerir
El impacto real dependerá de la configuración de cada hogar. Una línea móvil individual podría apenas resentirse, pero para familias con fibra, varias líneas móviles y servicios de televisión, la factura final puede dispararse más de lo previsto.
Las compañías alegan el aumento de costes, especialmente por los contenidos televisivos y los derechos deportivos, así como la continua inversión en redes de fibra y 5G. Sobre el papel, la explicación parece razonable. En la práctica, muchos clientes sienten que se les exige pagar más sin recibir a cambio una mejora perceptible en el servicio.
Esta frustración se ve amplificada por el contexto económico general. Los hogares ya lidian con hipotecas, alquileres, precios de alimentos y facturas energéticas, y los gastos en telecomunicaciones se suman como otro coste fijo que se desliza hacia arriba.
Para algunos, ni siquiera es la cuantía lo más molesto, sino la sensación de que los incrementos son casi automáticos, año tras año.
Qué pueden hacer los clientes antes de que llegue la factura de enero
A pesar de lo inevitable que pueda parecer, los clientes no están indefensos. Todavía hay margen para actuar antes de que los nuevos precios se reflejen en las facturas de enero.
Lo primero es prestar atención a los avisos enviados por los operadores, ya sea por correo electrónico, SMS o a través de sus aplicaciones. Estos mensajes son fáciles de ignorar, pero son cruciales. Una subida de precio se considera una modificación unilateral del contrato, lo que otorga al cliente el derecho a rescindirlo o cambiar de tarifa sin penalización, incluso si permanece bajo un compromiso de permanencia.
Esto abre la puerta a varias opciones. Algunos clientes optan por bajar a tarifas más sencillas, prescindiendo de extras que apenas utilizan. Otros deciden cambiar de proveedor directamente.
En los últimos años, los operadores de bajo coste y los operadores móviles virtuales (OMV) han ganado terreno, ofreciendo ofertas de fibra y móvil más económicas y sin contratos de larga duración. Puede que no incluyan fútbol o canales de televisión premium, pero para muchos usuarios esos extras ya no justifican el precio.
Comparar ofertas ahora –en lugar de esperar a recibir la primera factura más abultada– puede marcar una diferencia real.
Por qué tanta gente está dispuesta a cambiarse de compañía
No es la primera vez que las telecomunicaciones suben en enero, pero la sincronía y similitud de los incrementos ha tocado un nervio sensible. Cuando los tres grandes operadores se mueven al unísono, los clientes sienten que tienen pocas alternativas –y eso es justo lo que está empujando a muchos a buscar en otra parte.
Son más las personas que se plantean una pregunta simple: ¿realmente estoy obteniendo lo que pago? Y cada vez con mayor frecuencia, la respuesta es negativa.
Con la llegada de 2026, cambiar de operador ya no se percibe como una molestia, sino como una forma de recuperar cierto control sobre el gasto doméstico. Para quienes estén dispuestos a invertir un tiempo en comparar ofertas, puede ser la manera más sencilla de comenzar el año sin que otra factura más se encarezca sigilosamente.
Ignorar los cambios, por otra parte, casi garantiza una cosa: un enero más caro de lo esperado.
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