El trastorno por consumo de opioides (TCO) representa una crisis sanitaria de primer orden en Estados Unidos. Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, aproximadamente 105,000 personas fallecieron por sobredosis en 2023, y un 76% de esos decesos estuvieron relacionados con opioides. La cifra de muertes por sobredosis de opioides en 2023 es casi diez veces superior a la de 1999, a pesar de que la mortalidad ha experimentado un descenso en los últimos años.
Además del impacto humano, los opioides conllevan un grave costo económico: Estados Unidos destina 111,000 millones de dólares anuales a costos sanitarios directos asociados al TCO y otros 52,000 millones a gastos relacionados con el sistema judicial.
Para hacer frente a esta crisis, han surgido numerosas soluciones digitales cuyo objetivo es facilitar el acceso a tratamientos sin necesidad de acudir presencialmente a consulta. Es por ello que el Peterson Health Technology Institute (PHTI), cuya misión es evaluar la eficacia clínica y económica de la salud digital, decidió analizar a estas compañías en un informe reciente.
El estudio concluyó que las empresas de TCO virtual son igual de efectivas que los tratamientos presenciales convencionales y pueden mejorar la retención de los pacientes en el programa. Mientras que algunas soluciones presentan un gasto comparable o ligeramente inferior al tratamiento estándar, otras incrementan el gasto neto. El estándar de cuidado para el TCO se define como tratamiento ambulatorio con medicamentos como buprenorfina, naltrexona y metadona, frecuentemente combinado con terapia psicológica y apoyo para la recuperación.
Este informe sobre compañías virtuales de TCO sigue la línea de estudios similares centrados en soluciones para la depresión y ansiedad, la hipertensión, afecciones musculoesqueléticas y la diabetes.
Aunque la prevalencia del TCO es menor que la de otras condiciones evaluadas por el PHTI, su carga de enfermedad es muy alta, por lo que era necesario investigar a las empresas que utilizan la tecnología para abordar este problema, según Caroline Pearson, directora ejecutiva del instituto.
“En este caso, nos encontramos con una población de pacientes algo más reducida, pero con efectos realmente significativos en la salud de las personas [y] altas tasas de mortalidad por sobredosis”, señaló. “Y luego, grandes consecuencias económicas para el sistema de salud, el sistema de justicia penal, los empleadores y otros actores”.
Los hallazgos
El PHTI evaluó dos tipos de empresas virtuales de TCO:
- Soluciones centradas en la medicación: Ofrecen tratamiento farmacológico para el TCO (TFTO), como buprenorfina, además de terapia, apoyo entre pares y contenido digital. Entre estas compañías se incluyen Affect Therapeutics, Aware Recovery Care, Better Life Partners, Bicycle Health, Boulder Care, Eleanor Health, Groups Recover Together, Ophelia, Pelago, PursueCare, Wayspring y Workit Health.
- Soluciones de soporte digital integral (digital wraparound): Complementan el TFTO ofreciendo servicios como apoyo entre pares, navegación asistencial e información educativa. En este grupo se encuentran CHESS Health, DynamiCare Health, Q2i y WEconnect Health.
La evaluación se centró en dos áreas clave: la efectividad clínica (principalmente la capacidad de retener a los pacientes en el tratamiento) y el impacto económico (ahorro sanitario anual). Para el análisis, el PHTI colaboró con asesores clínicos, expertos en tecnología sanitaria y economistas de la salud. También se realizaron entrevistas a pacientes que habían utilizado soluciones virtuales de TCO, y las empresas incluidas en el informe pudieron presentar sus propias investigaciones para la valoración.
El PHTI descubrió que las soluciones centradas en la medicación ofrecen una retención en el tratamiento comparable o “ligeramente superior” a la del cuidado TFTO habitual. Sin embargo, los investigadores no hallaron evidencia de que estas mejoren el acceso al tratamiento aumentando el número de pacientes que inician la terapia.
Asimismo, se encontró que estas compañías suponen un gasto neto comparable o ligeramente inferior, ya que se utilizan como alternativas al cuidado TFTO convencional y se facturan utilizando los mismos códigos. Por ejemplo, con una participación del 25% en un plan que cubra a un millón de miembros, el gasto sanitario se reduciría en 0.7 millones de dólares en el mercado comercial, 0.2 millones en Medicare y 0.8 millones en Medicaid en un año.
En cuanto a las soluciones de soporte digital integral, el PHTI descubrió que estas proporcionan una retención en el tratamiento ligeramente mejor cuando se añaden al cuidado TFTO habitual.
No obstante, incrementan el gasto neto porque “el precio de la solución supera los costes sanitarios evitados gracias a la mejora en la retención”, según el informe. Con una participación del 25% en un plan de un millón de miembros, el gasto sanitario aumentaría en 1.2 millones de dólares en el mercado comercial, 0.4 millones en Medicare y 1.6 millones en Medicaid en un año.
El PHTI estimó que, en el mercado comercial, las soluciones de soporte integral necesitarían aumentar la retención en el tratamiento en 43 días a los seis meses para compensar un precio anual de la solución de 1,230 dólares por persona.
En general, las soluciones virtuales mejoraron la retención en el cuidado del TCO en un promedio de 13 días durante un periodo de seis meses.
“Eso es una mejora”, afirmó Pearson. “En el TCO, cada día cuenta. Cada día que alguien está fuera del tratamiento es un día en el que está en riesgo de sufrir una sobredosis. Pero también podemos apreciar que, en el contexto de la masiva epidemia de opioides en este país, y el deseo de las personas con TCO de lograr una recuperación de por vida, 13 días es una mejora más bien modesta o pequeña”.
Dicho esto, estos resultados aún demuestran el beneficio que pueden aportar las soluciones virtuales.
“Durante mucho tiempo, creo que gran parte de la comunidad de tratamiento pensaba que el cuidado del TCO debía brindarse principalmente en persona, y hemos visto, especialmente desde la pandemia, que la atención virtual es muy efectiva y puede ofrecer más comodidad, más privacidad y más acceso en lugares donde geográficamente no hay muchos proveedores”, añadió Pearson.
Según el Business Group on Health, un grupo de defensa de los grandes empleadores, los hallazgos del PHTI refuerzan las estrategias que ya han estado implementando los empleadores.
“Al reconocer el trastorno por consumo de sustancias, que incluye el TCO, como una condición manejable y al dirigir a los empleados hacia tratamientos efectivos, los empleadores pueden minimizar los riesgos de seguridad, reducir los gastos médicos y promover una fuerza laboral más saludable. Muchos empleadores ya fomentan las ofertas de salud virtual como parte de un abanico de tratamientos basados en la evidencia para el trastorno por consumo de sustancias”, declaró Ellen Kelsay, presidenta y CEO del Business Group on Health.
Varias de las empresas mencionadas en el informe también respondieron positivamente a los resultados.
Por ejemplo, Hans Morefield, director ejecutivo de CHESS Health, señaló que esto demuestra la necesidad de “brindar apoyo a las personas entre las visitas de tratamiento, ya sea que acudan a un proveedor de tratamiento o que reciban atención de manera virtual en casa”.
Ankit Gupta, CEO y fundador de Bicycle Health, destacó que los resultados del análisis de PHTI “muestran lo que siempre hemos creído en Bicycle Health: los modelos de teleMOUD pueden funcionar para personas reales que luchan contra el consumo de sustancias”.
Stephanie Strong, directora ejecutiva de Boulder Care, coincidió en esto, afirmando que los hallazgos prueban que la atención virtual basada en medicamentos funciona igual o mejor que la atención estándar. Además, agregó que “para lograr un impacto significativo en la enorme crisis de los opioides, estos programas deberían escalarse para llegar a mucha más gente”.
Recomendaciones
El PHTI enumeró varias recomendaciones para compradores, innovadores y legisladores basadas en los hallazgos del informe, incluyendo la generación de más evidencia sobre las soluciones virtuales para el trastorno por consumo de opioides (OUD) y qué herramientas funcionan.
Se debería investigar más si los servicios de apoyo digital son más efectivos cuando se ofrecen en la misma plataforma que el MOUD (Tratamiento para el Uso de Opioides con Medicamentos) o si se brindan por separado como un servicio complementario. El PHTI también recomienda analizar qué servicios complementarios son los más impactantes, como la coordinación de la atención, la gestión farmacéutica y el apoyo entre pares.
El PHTI también hizo un llamado a los pagadores para que cubran las pruebas de drogas y así comprender mejor la adherencia a los planes de tratamiento con MOUD.
Además, el PHTI instó a la Administración para el Control de Drogas (DEA) a finalizar una normativa que establezca un proceso de registro especial para la prescripción virtual de sustancias controladas, incluida la buprenorfina. Debido a la pandemia de Covid-19, se implementaron flexibilidades temporales que permiten a los pacientes acceder a recetas de sustancias controladas sin evaluaciones presenciales. Se espera que esto expire a finales de año, pero el PHTI subrayó la importancia de hacer permanentes estas flexibilidades.
“Aunque estas empresas llevan aproximadamente una década funcionando, todavía parece que es un espacio de primera generación desde el punto de vista de la tecnología sanitaria, como si no hubieran escalado y evolucionado tan rápido como hemos visto en otras áreas de enfermedad que hemos estudiado”, comentó Pearson. “Y una de las razones es que, antes del Covid, existían restricciones considerables sobre la prescripción virtual de buprenorfina… Por lo tanto, creo que es bastante importante que se consoliden esas flexibilidades”.
Foto: Natali_Mis, Getty Images
