Tras un inicio de temporada decepcionante la pasada campaña, Everitt parecía hallarse bajo presión; no obstante, una remontada tardía en el rendimiento y en los resultados condujo a Edimburgo hasta los cuartos de final de la URC y las semifinales de la Challenge Cup.
El contrato del sudafricano vence al final de la presente temporada y ha confirmado que aún no ha recibido una propuesta de renovación por parte de la Scottish Rugby.
Los resultados en los próximos meses podrían ser determinantes para el futuro de Everitt, aunque Brown considera que los problemas de Edimburgo son más profundos que el simple hecho de culpar al entrenador jefe.
“Edimburgo parece oscilar entre un estilo como el de Richard Cockerill, donde se requiere que les griten y todo es muy absolutista, o un perfil como el de Mike Blair o Sean Everitt”, señaló Brown, quien inició su carrera en Edimburgo antes de forjar su reputación en Glasgow Warriors.
“Parece que no son capaces de encontrar ese término medio. Al mismo tiempo, no se puede olvidar que se trata de una plantilla repleta de internacionales escoceses.
“¿Por qué no logran obtener buenos resultados? Pueden conseguir victorias puntuales, resultados importantes. Eso lo vimos en la recta final de la temporada pasada, clasificándose para los play-offs europeos, pero no parece que puedan alcanzar una consistencia semana tras semana. No creo que eso sea meramente un problema del cuerpo técnico.
“No podemos seguir repitiendo ese ciclo de: nuevo entrenador, prescindir del entrenador, otro nuevo entrenador, despedir al entrenador. Hay algo sistémico que falla”.