Si tienes un montón de niños de ocho años en una pijamada y buscas algo para poner en la tele, no podrías hacer peor que esta adaptación en acción en vivo de la serie animada Dora la Exploradora, que fue directo a streaming. Es como una continuación de Dora y la Ciudad Perdida del Oro del 2019, pero ahora con Samantha Lorraine como protagonista y dirigida a niños un poco mas grandes que la serie. Tiene escenas de acción robadas de Indiana Jones que hicieron gritar a mi hijo de ocho años, aunque, al ser simple y sin malicia, tiene esa cualidad artificial típica de películas infantiles mediocres.
Lorraine interpreta a Dora, una exploradora adolescente que creció en el Amazonas con las historias de su abuelo sobre los Incas. Por años, ha buscado pistas para encontrar el Sol Dorado, un sol dorado legendario que concede un deseo, acompañada de su primo Diego (Jacob Rodriguez). Los guionistas merecen crédito por no añadir una trama romántica; en su lugar, Diego cumple el papel que suele darse a un personaje femenino: el compañero bonito pero poco relevante.
La villana es Camila la Cruzada (Daniella Pineda), una arqueóloga famosa que tiene un parque temático llamado Mundo Jungle, donde Dora y Diego trabajan en verano. Cuando ellos y sus amigos salen en busca del Sol Dorado, Camila envía a unos bandidos para perseguirlos por tumbas Incas llenas de trampas con insectos gigantes y pisos con púas. La película no falta aventura, pero quizás le falta diversión. Dora no hizo reír a los niños como lo logró el verdadero Indiana Jones.
Dora y la Búsqueda del Sol Dorado ya está en Paramount+.
