¿Alguna vez has sentido un dolor persistente en la ingle, el muslo o la rodilla y lo has atribuido a un desgarro muscular o al desgaste diario? No estás solo — y quizás estés pasando por alto la verdadera causa. El dolor puede actuar como un GPS defectuoso, enviándote en la dirección equivocada y dificultando identificar el origen real. Una rodilla adolorida podría no indicar un problema articular, y las molestias en la ingle quizá no provengan de un sobreesfuerzo.
Curiosamente, estas molestias pueden ser señal de problemas en una de las articulaciones de carga más importantes del cuerpo: la cadera. La cadera es una articulación central poderosa que impulsa casi cada movimiento. Cuando empieza a deteriorarse, el dolor comienza a irradiarse hacia áreas inesperadas del cuerpo. Y dado que la molestia no siempre empieza en la cadera, el dolor a menudo conduce a una interpretación errónea.
Malentendido Público del Dolor Relacionado con la Cadera
Para comprender cuán común es este malentendido, investigadores del Centro Médico Wexner de la Universidad Estatal de Ohio lanzaron recientemente una encuesta nacional¹ para revelar cómo las personas suelen malinterpretar las señales de dolor de su propio cuerpo.
Su objetivo es identificar la conexión entre la salud de la cadera y el dolor en otras áreas del cuerpo evaluando la capacidad de los participantes para reconocer los signos de problemas de cadera. Sus hallazgos sugieren que muchos estadounidenses están interpretando mal los síntomas, lo que podría conllevar a retrasos en el diagnóstico y tratamiento adecuados.²
• La encuesta involucró una muestra de 1.004 adultos mayores de 18 años — Reveló que el 72% no sabía que el dolor de rodilla podía indicar un problema de cadera, mientras que el 69% pasó por alto el dolor inguinal, y el 66% no asoció el dolor de muslo como un posible signo de problemas relacionados con la cadera.
• Signos de problemas en la cadera frecuentemente subestimados — Aunque algunos participantes sí reconocieron indicadores como chasquidos en la cadera, dificultad para agacharse o atarse los zapatos, otros pasaron por alto síntomas como el dolor lumbar, el dolor nocturno y los problemas para dormir. Los investigadores aconsejan consultar a un especialista médico para diagnosticar correctamente cualquier dolor inexplicable.
• Muchas personas intentan manejar sus molestias por sí mismas — Cuatro de cada 10 personas ignoran el dolor, mientras que el 52% recurre a medicamentos de venta libre en lugar de buscar un diagnóstico adecuado. Esto resalta una tendencia cultural a ignorar las molestias hasta que se vuelven severas.³
“Me derivan pacientes con dolor de rodilla. Cuando examino al paciente, le rotaré la cadera y sentirá dolor. También haremos radiografías para determinar la artritis en la cadera y si un reemplazo sería beneficioso,” dice el Dr. Matthew Beal, cirujano ortopédico y profesor asociado en Ohio State.
Los hallazgos de la encuesta subrayan lo fácilmente que los problemas de cadera pueden enmascararse como dolor en otras partes del cuerpo. Esta desconexión tiene sus raíces en un fenómeno médico conocido como “dolor referido”.
Desmitificando el Dolor Referido
El Instituto del Dolor y la Columna de Pennsylvania describe el dolor referido como una condición malinterpretada donde el dolor se siente en un área del cuerpo, aunque la fuente esté en otra parte. Esto puede hacer que los tratamientos sean ineficaces al enfocarse en el área equivocada, dejando la causa principal sin resolver y prolongando la molestia.⁴
• Cómo ocurre — El dolor referido sucede cuando el cerebro malinterpreta las señales de regiones corporales que comparten vías nerviosas similares. Debido a que estas múltiples regiones corporales envían señales al mismo segmento espinal, el cerebro puede “proyectar” el dolor a un área más familiar o superficial.
• Dolor referido relacionado con la cadera — La articulación de la cadera, debido a su proximidad y conexiones nerviosas compartidas con la espalda baja, la ingle, el glúteo, el muslo y la rodilla, puede causar dolor en estas áreas incluso cuando la cadera no duele. Esto es común en casos de osteoartritis degenerativa. Los signos comunes del dolor referido relacionado con la cadera incluyen:
◦ Dolor en la ingle
◦ Cojera o cambios en la marcha
◦ Dolor que empeora por la noche o tras estar sentado mucho tiempo
◦ Molestias que se irradian hacia el muslo o la rodilla
Otras afecciones de la cadera que pueden causar dolor referido incluyen:
◦ Problemas en la articulación sacroilíaca
◦ Síndrome del piriforme
◦ Necrosis avascular de la cadera
◦ Síndrome de pinzamiento de cadera
• Trazando soluciones y tratamientos — Una evaluación cuidadosa es esencial, especialmente para aquellos con dolor lumbar crónico, para asegurar que no se pase por alto la cadera. Una vez que se confirma la cadera como la fuente del dolor referido, las opciones de tratamiento pueden incluir fisioterapia para corregir desequilibrios y terapias avanzadas como las inyecciones de plasma rico en plaquetas (PRP). Los medicamentos antiinflamatorios también se recetan a menudo, pero no abordan la causa principal y suelen conllevar efectos secundarios.
Los médicos pueden usar radiografías o resonancias magnéticas para ayudar a confirmar un diagnóstico de cadera. En algunos casos, se realizan inyecciones diagnósticas — si las inyecciones alivian tanto el dolor de cadera como el referido, esto confirma la cadera como la fuente. Esto ayuda a guiar el tratamiento para que los pacientes puedan evitar procedimientos innecesarios que apuntan al área equivocada.
Otras Causas del Dolor de Rodilla e Ingle
Si bien el dolor referido de la cadera es el culpable común, un artículo en Health Central enfatiza que el dolor de rodilla e ingle proviene de una variedad de afecciones superpuestas, incluyendo:⁵
• Distensión muscular — El uso excesivo o una lesión en el músculo iliopsoas, el flexor principal de la cadera responsable de doblar y rotar la cadera, puede causar dolor desde la ingle hasta la rodilla. Actividades como el entrenamiento con pesas, deportes o correr suelen desencadenar este tipo de distensión. El tratamiento generalmente implica reposo y fisioterapia, resolviéndose la mayoría de los casos en dos a seis semanas.⁶
• Artritis de cadera — Especialmente común en adultos mayores de 50 años, la osteoartritis de cadera puede desencadenar un dolor que se irradia por la pierna. “Puede ser una sorpresa para la mayoría de las personas enterarse de que este tipo de dolor muy a menudo proviene de la cadera,” dice el Dr. Ettore Vulcano, jefe de la División de Ortopedia de la Universidad de Columbia en el Centro Médico Mount Sinai.⁷
La artritis de cadera también afecta a adultos más jóvenes con condiciones preexistentes como artritis reumatoide, artritis psoriásica y lupus.⁸ Si bien las inyecciones de corticosteroides se usan a menudo para el tratamiento, estudios recientes no muestran un beneficio a largo plazo estadísticamente significativo en comparación con el placebo. Las inyecciones repetidas pueden empeorar el daño articular, haciendo de la fisioterapia y la terapia con PRP alternativas más seguras.⁹
• Otros problemas de cadera y articulaciones — Estos incluyen afecciones como el pinzamiento de cadera, que ocurre cuando un crecimiento óseo extra causa contacto anormal entre los huesos de la cadera, así como los desgarros del labrum, que implican daño en el anillo de cartílago que amortigua y estabiliza la cavidad de la cadera.
Según Harmony Wellness, la cirugía de reparación del labrum tiene una tasa de éxito del 70% al 90%, y la mayoría de los pacientes reportan una mejor función y alivio del dolor. Procedimientos artroscópicos como estos son mínimamente invasivos y a menudo se realizan de forma ambulatoria.¹⁰
• Compresión nerviosa — El pinzamiento de los nervios femoral y ciático puede causar que el dolor se irradie desde la espalda baja o la pelvis hacia la ingle y la rodilla. Vulcano dice: “Un nervio pinzado puede ser el resultado de factores como un disco herniado en la parte baja de la espalda, artritis, o simplemente el desgaste de la columna relacionado con la edad.”¹¹
Si el dolor persiste durante semanas, su médico podría recomendar una inyección de corticosteroides como una solución temporal para reducir la inflamación. Pero en casos más extremos, se pueden considerar opciones quirúrgicas como la discectomía cervical anterior con fusión (ACDF) o el reemplazo de disco artificial (ADR).
• Dolor en el embarazo — El aumento de los niveles de relaxina, una hormona reproductiva,¹² y el peso añadido durante el embarazo pueden desplazar el centro de gravedad del cuerpo y comprimir el nervio ciático. Una encuesta transversal encontró que el 22.1% de las mujeres embarazadas en su tercer trimestre experimentaron ciática.¹³ Se recomiendan estiramientos suaves, yoga y ejercicios dirigidos a la espalda baja y los isquiotibiales.
Si el dolor persiste por más de cuatro a seis semanas a pesar del reposo, considere consultar con un ortopedista (Sin embargo, si estás embarazada, quizá necesites consultar primero con tu ginecólogo).¹⁴ En muchos casos, este dolor prolongado es dolor referido de un problema subyacente que no está relacionado con tu músculo del muslo.
Deterioro de la Salud Ósea en Adultos Jóvenes
Unos huesos fuertes son la base de la salud de la cadera. Pero hoy en día, una mala salud esquelética se ha convertido en una preocupación no solo para los ancianos — cada vez afecta más a los adultos jóvenes también, causando pérdida de densidad ósea, degeneración articular y signos tempranos de osteoartritis.¹⁵ Una combinación de factores de estilo de vida y ambientales está impulsando esta tendencia:
• Estilo de vida sedentario y mala nutrición — Largas horas sentado, mínima actividad física y deficiencias en nutrientes como calcio, magnesio y vitaminas D y K2 empeoran el problema.
• Falta de sueño y estrés crónico — La falta de sueño reparador interrumpe el ciclo natural de construcción ósea del cuerpo, mientras que el estrés crónico eleva los niveles de cortisol, desencadenando la pérdida de calcio. Estos factores aceleran la degeneración y conducen a la aparición temprana de dolor de cadera y articulaciones.
• Falta de ejercicios con carga — Actividades con carga, como caminar, correr y el entrenamiento de resistencia, estimulan el crecimiento y la fortaleza ósea. Sin ellos, los huesos se debilitan y se vuelven más propensos a lesiones. Los trabajos de oficina modernos y la popularidad de los entrenamientos de bajo impacto han llevado a una reducción de la estimulación, haciendo que los huesos se vuelvan más frágiles con el tiempo.
• Si no se aborda, el deterioro de la salud ósea aumenta el riesgo de problemas de cadera, dolor de rodilla y otros problemas articulares más tarde en la vida — Realizar chequeos regulares de densidad ósea y salud articular ayuda a detectar problemas antes de que empeoren. Para fortalecer tus huesos y proteger la salud de tu cadera a largo plazo, recomiendo técnicas como el entrenamiento de restricción del flujo sanguíneo (BFR) y la terapia de vibración, junto con movimientos con carga.
Para aprender más sobre cómo desarrollar la fortaleza ósea mediante el movimiento intencionado sin sobreentrenar, consulta “Cómo el Ejercicio Puede Ayudar a Promover Huesos Más Fuertes”. Más adelante, también hablaremos sobre ejercicios para ayudar a aliviar el dolor de cadera.
Existen Formas Seguras y Naturales de Manejar el Dolor
El dolor es complejo, y tratarlo efectivamente requiere más que solo enmascarar los síntomas. Un enfoque natural para el manejo del dolor se centra en identificar y abordar las causas profundas que a menudo yacen más allá de la superficie.
• El papel de la fisioterapia y la corrección postural — El movimiento dirigido, los estiramientos y los ejercicios de fortalecimiento pueden ayudar a restaurar el equilibrio, reducir la inflamación y mejorar la función articular.¹⁶ Los terapeutas suelen utilizar técnicas de diagnóstico para identificar desequilibrios y adaptar intervenciones que apoyen la curación a largo plazo.
• Opciones herbales — Los siguientes remedios herbales ayudan a reducir la inflamación, modular las señales de dolor y apoyar la salud articular en general. Para una exploración más profunda de cómo funcionan estas hierbas, consulta mi artículo “Una Guía Herbolaria para el Alivio Natural del Dolor”, donde discuto en detalle cómo estas hierbas pueden ayudar a aliviar tus síntomas:
◦ Corteza de sauce
◦ Jengibre
◦ Cúrcuma (Curcumina)
◦ Escaramujo
◦ Garra del diablo
◦ Boswellia (Incienso)
◦ Tanaceto
◦ Ashwagandha
◦ Cohosh negro
◦ Corydalis
◦ Romero
◦ Vid del trueno
Solo recuerda que algunas hierbas pueden interactuar con medicamentos recetados, así que consulta a un profesional de la salud, un médico naturópata o un herbolario antes de añadirlas a tu régimen. Lo mismo aplica si estás embarazada, en período de lactancia o consideras su uso en niños.
• Apoyo nutricional — Ciertos nutrientes juegan un papel clave en la reducción de la inflamación y el apoyo a la salud musculoesquelética, incluyendo:
◦ Magnesio — Ayuda a regular la función muscular, apoya la función nerviosa y reduce la sensibilidad al dolor.
◦ Vitamina D — Crucial para la salud ósea y la regulación inmune; su deficiencia está vinculada a una mayor percepción del dolor.
◦ Colina — Un precursor de la acetilcolina, que juega un papel en la modulación del dolor. Muchas personas son deficientes, especialmente veganos, atletas y mujeres postmenopáusicas.
• Prácticas para reducir el estrés — El estrés crónico desencadena tu respuesta de lucha o huida, lo que conduce a tensión muscular, inflamación y dolores corporales.¹⁷ Practicar meditación de atención plena, técnicas de respiración, yoga o taichí, y visualización o imaginería guiada puede ayudar a reducir el estrés y aliviar el dolor.
Otras herramientas efectivas para al