Los congresistas demócratas Steny Hoyer y Jamie Raskin se están involucrando en la lucha por el nuevo diseño de los distritos electorales del estado. Esto aumenta la presión sobre los legisladores estatales y el presidente del senado para que rediseñen los mapas antes de las elecciones de 2026.
En una carta de cuatro páginas enviada el lunes a toda la Asamblea General de Maryland, estos destacados demócratas presentaron su apoyo al rediseño de los mapas como una forma de rechazar lo que llaman el “ataque autoritario del presidente contra las elecciones democráticas y los derechos de voto”. Calificaron esta lucha como un “imperativo ético, moral y político” para actuar.
Sin embargo, este esfuerzo nacional ha encontrado obstáculos en Maryland, donde el presidente del Senado estatal, Bill Ferguson, ha rechazado la propuesta de cambiar los mapas.
En la carta, los legisladores escriben: “Escribimos hoy para aplaudir la iniciativa de redistritación del gobernador y les rogamos que avancen para explorar qué podemos hacer como estado para ayudar a prevenir el desastre inminente de que el Presidente Trump determine los resultados de las elecciones congresionales de 2026 mediante un gerrymandering agresivo, asegurando así el control de la Cámara de Representantes de EE. UU. antes de que se emita un solo voto”.
La carta llega una semana después de que el gobernador de Maryland, Wes Moore (D), anunciara la creación de una comisión asesora de redistritación que buscará la opinión de los ciudadanos sobre si el estado debe proceder a rediseñar los mapas. Los demócratas dominan la delegación congresional del estado y, si el partido tiene éxito, solo podrían ganar un escaño, actualmente ocupado por el republicano Andy Harris.
Aunque los principales demócratas del estado, incluidos Moore y la presidenta de la Cámara de Representantes de Maryland, Adrienne Jones, están de acuerdo con explorar la redistritación, Ferguson se mantiene en contra.
Hace dos semanas, Ferguson envió su propia carta a docenas de legisladores estatales, desafiando a su partido y explicando por qué el Senado de Maryland no tomaría cartas en el asunto. Parte de su razonamiento es que la Corte Suprema de Maryland tiene varios jueces nombrados por el exgobernador republicano Larry Hogan. Sugiere que esto no solo aumenta la posibilidad de que cualquier nuevo mapa que favorezca a los demócratas sea anulado, sino que podría provocar la pérdida de escaños demócratas, un riesgo que calificó como “catastrófico”.
La oficina de Ferguson reconoció haber recibido la carta pero no hizo comentarios. The Baltimore Sun fue el primero en informar sobre la carta.
Moore, un posible candidato presidencial para 2028, dijo en una aparición en CBS “Face the Nation” el domingo que Maryland no debería quedarse al margen mientras otros estados, especialmente los liderados por republicanos, se embarcan en la redistritación. “Si otros estados van a tener este proceso y pasar por este viaje para identificar si tienen mapas justos en este ciclo, entonces Maryland también debería hacerlo”, dijo Moore.
Durante semanas ha aumentado la presión sobre Maryland para que actúe, y Ferguson es visto como el mayor impedimento para avanzar. Las contundentes victorias demócratas la semana pasada en Virginia y Nueva Jersey, así como la aprobación en California de una iniciativa para rediseñar los distritos y contrarrestar un movimiento similar en Texas, están aumentando la urgencia de actuar.
La carta de Hoyer y Raskin menciona directamente a Ferguson y intenta rebatir algunas de sus razones para dudar. “Si bien el Senador Ferguson obviamente tiene razón en que hay un elemento de incertidumbre en todo litigio, existen doctrinas bien establecidas que los tribunales siguen por deferencia al poder constitucional de la legislatura sobre la redistritación”, escriben los congresistas.
La carta también parece estar dirigida a presionar a Ferguson motivando a algunos de los legisladores estatales que él lidera, lo que podría aumentar las posibilidades de que actúen en su contra.
“No necesitamos recordarles que los habitantes de Maryland han pagado un precio muy alto durante el primer año de la segunda Administración Trump”, escriben, enumerando despidos de empleados federales y licencias forzosas.
El memorándum también hace tres preguntas a los legisladores estatales sobre si consideran inminente la lucha por la redistritación: “¿Estamos en la lucha de nuestras vidas para defender la democracia, la libertad, nuestra Constitución y el estado de derecho?… ¿Es un imperativo ético, moral y político usar todos los medios legales a nuestro alcance para contraatacar?… ¿Podemos redistritar de manera exitosa y legal para responder a estos ataques republicanos?”.
A las tres preguntas, Raskin y Hoyer responden: “Creemos que la respuesta es sí”.