Nadie en el pop ha tenido un año como Addison Rae. Quizás no sea la estrella más grande —eso sigue siendo Taylor Swift— ni siquiera el fenómeno comercial más exitoso. Pero la bruma dreamy y dance-pop de su álbum debut, Addison, la convirtió en una artista para artistas, adorada por figuras como Charli XCX y Lana Del Rey —esas propuestas pop alternativas que allanaron el camino para alguien como ella. Como una Charli pre-Brat, o quizás Sky Ferreira, esta joven de 25 años es la elección de los conocedores, ganando con razón comparaciones con Del Rey, su compatriota de Louisiana Britney Spears y Madonna de la era Ray of Light, mientras domina el R&B y el Jersey club. Está nominada a mejor artista nuevo en los Grammys del próximo año —y con Addison y su single deliberadamente anestesiado Headphones On posicionándose entre los cinco mejores álbumes y canciones del 2025 del Guardian, respectivamente, ella es nuestra artista del año.
Por eso es loco volver atrás solo dos años, cuando Rae no era solo un fracaso, sino un chiste. En 2023, lanzó su primer single, Obsessed, un tema perfectamente promedio producido por Benny Blanco que atrajo un odio desproporcionado porque Rae era entonces solo una estrella de TikTok, cuyos videos de baile despreocupados la hicieron la quinta figura con más seguidores en la plataforma. La canción fue un fracaso. Cinco meses después llegó el EP AR: con un verso invitado de Charli —ella pidió participar en un demo filtrado que amó— hizo de Rae una favorita de culto. El verano pasado, ella devolvió el favor, apareciendo en un remix de Von Dutch de Charli: "Mientras tú estás sentado en el sótano de tu padre… ¡Tienes mucho que decir sobre mi debut!" burló Rae.
Ahora, dice, está aliviada de que Obsessed no funcionara. "No estaba lista para pararme frente a la gente y decir lo que digo tan concisa y directamente como ahora. He madurado mucho en estos últimos años. La vida te sucede tan rápido una vez que empiezas a darte cuenta de que estás realmente al mando."
También tiene una teoría convincente sobre por qué le tomó un tiempo llegar aquí: a principios de este año, planteó inteligentemente que "el gusto es un lujo" —que cuando intentas escapar de tus circunstancias, como la chica de Lafayette nacida Addison Rae Easterling lo hacía, harás lo que sea para salir, en lugar de esperar a que la gente entienda tu yo más auténtico. (Una playlist que hizo en 2021 incluía a tATu, The Cars y Sophie.) De ahí bailar "de una manera que la mayor cantidad de personas posible pudiera entender" —ese estilo hipnótico, como de semáforo en modo retrato que TikTok hizo inolvidable. En cuanto consiguió un mánager, pidió entrenar en composición y actuación. "Usé las redes sociales como una forma de obtener más estabilidad, para tener la oportunidad de perseguir las cosas que quiero," dice.
Lanzado en junio, Addison rastrea la velocidad de su ascenso en seis años, de estudiante de periodismo que abandonó la carrera a superestrella de primera generación en TikTok e icono monónimo: "Mi vida se mueve más rápido que yo / No puedo sentir el suelo bajo mis pies," jadea en el trance Times Like These. Esa velocidad solo se ha intensificado: es principios de diciembre y Rae llama desde su casa en Los Ángeles. A veces es encantadoramente locuaz, pero también se sitúa en esa intersección donde el encanto sureño se encuentra con el costoso entrenamiento mediático. Su publicista y dos mánagers están en silencio, y ella mantiene la cámara apagada. "Es que parezco un poco loca," dice. "Estoy tan desubicada. Volví de Suecia hace día y medio y estoy, como, hecha polvo. Me hice el pelo —Dios mío, mis raíces— luego tuve el asunto de Variety y una sesión."
El "asunto de Variety" fue el Hitmakers Brunch anual de la revista, donde Rae y sus productoras y coescritoras, Elvira Anderfjärd y Luka Kloser del sello MXM de Max Martin en Estocolmo, recibieron el premio Future is Female. Que tres mujeres estén a cargo de un álbum pop de un gran sello es básicamente sin precedentes: un informe del 2025 encontró que solo un 5.9% de los créditos de producción pertenecían a mujeres, bajando desde el 6.5% en 2023. "Luka y Elvira son dos de las mujeres más increíblemente talentosas, en sus 20s, en un espacio lleno de hombres," dice Rae. "Por mucho que ellas me hayan dicho que sienten que yo me arriesgué con ellas, yo siento que ellas se arriesgaron conmigo. No puedo creer que hicimos el álbum solo nosotras tres en una sala. Intento restarle importancia, porque nunca quiero forzar esa idea en la cara de la gente. Pero realmente siento que es algo tan especial."
Escribieron el fenómeno del año pasado, Diet Pepsi —piensa en el falsete de Lana, sintetizadores silbando como aguas termales— el primer día que se conocieron. Tradicionalmente, a las aspirantes a estrellas femeninas las metían en salas de escritura llenas de desconocidos. Escribir esa canción, dice Rae, "nunca hubiera pasado si no se hubiera sentido como un espacio tan seguro y de aceptación. Eso a veces no se logra cuando hay un montón de personas en la sala que no conoces, o con las que quizás te sientes intimidada o incómoda."
Como es sabido, Rae fue a su primera reunión con Columbia Records con una carpeta conteniendo su visión para su álbum debut —y ni una sola nota de música. Debes ser buena vendiéndote a ti misma, le digo, y ella se ríe. Está hojeando la carpeta mientras hablamos, y dice que su contenido terminó estando "sorprendentemente presente" en el álbum. "Tenía fotos mía de pequeña en concursos de belleza; una de mí con un año, pero llevo una corona. Siempre quiero volver a esa inspiración infantil y cumplir esos sueños y metas e ideas."
Las letras pop recientes han estado muy cargadas de lore y indirectas apenas veladas a rivales, haciendo que la escritura directa en Addison sea inusualmente refrescante. Rae canta sobre lujo, placer, moda y fama, manteniendo la tristeza a la distancia. Podría tacharse de superficial, pero su mentalidad sin disculpas refleja como mucha gente de su edad se siente, cuando los momentos buenos a corto plazo pueden aliviar una grave falta de seguridad a largo plazo. También sabe lo atractivo que es el glamour de manera voyerista: “Tú tienes un asiento en primera fila y yo / yo probé la vida glamurosa”, canta en ‘Fame Is a Gun’.
"Soy una persona muy protectora cuando se trata de mi vida, y no me gusta que la gente saque las cosas de contexto", dice sobre su estilo directo. "Quiero escribir de una forma que sea clara, honesta y directa, y que deje poco espacio para malinterpretaciones, porque simplemento no creo que mi historia o las cosas que quiero decir merezcan ser tratadas así."
Addison Rae: Diet Pepsi – video
Le leí algo que escribió el Washington Post cuando nombró su álbum el mejor del año: "¿Por qué esta mujer suena tan sola?". "Eso es tan interesante, de verdad quiero ver eso", dice, tecleando la URL del periódico antes de sorprenderse al encontrarse con el muro de pago: "¡Pensé que lo estaba pagando!" Entiende por qué los oyentes lo interpretarían así. "El álbum era desde una perspectiva muy solitaria. Quería decirlo yo sola y comunicarme de una manera que se sintiera como si hablara por mí misma. La vida es solitaria, y hay algo muy poderoso en tomar eso en tus propias manos". Sugiero que ese es uno de los aspectos más cautivadores del disco: la firmeza de su perspectiva autosuficiente contra la suavidad envolvente de su sonido. "Eso significa mucho", dice. "Soy una persona introspectiva y me encanta mirar hacia adentro y entender por qué me siento como me siento. Creo que eso es estar sola de una manera muy hermosa, de una forma que honra las historias que quiero contar y la manera en que quiero contarlas."
Se nota de inmediato cuando preguntas a Addison sobre algo que está menos dispuesta a compartir. Se pone bastante a la defensiva cuando le pregunto si, siendo una persona sexual como se describió recientemente, fue difícil asistir a escuelas religiosas en Luisiana, o si tuvo que desaprender algo de lo que le enseñaron allí. "Nunca fui alguien que siguiera las reglas necesariamente", dice. "En todo caso, mantenerme en la línea era más una forma de evitar conflictos". Habla con una extensión casi filibustera sobre siempre querer entender por qué la gente tiene creencias distintas, y atribuye a mudarse a California el haberle mostrado "tantas formas de experimentar la vida que no cuestionaba o de las que estaba tan desinformada cuando vivía en casa".
Tener control sobre su expresión es una razón por la que Rae pensaba que los tours no eran para ella. Hasta su primera gira propia este año, solo había hecho apariciones como invitada, incluso con Charli XCX ("ella me enseñó mucho y creyó en mí") y con la productora experimental Arca, quien hizo un remix de su intensa canción ‘Aquamarine’. En julio, hizo de soporte e invitada con Lana Del Rey durante dos noches en Wembley. Su dueto en ‘Diet Pepsi’ provocó un delirio total. "Fue realmente, realmente increíble", dice. Al interpretar la canción sola en la segunda fecha, se dió cuenta de que estaba haciendo "algo que amo sin miedo, no de forma descuidada, pero sí libre. Realmente senté ese clic. Por más planeado y perfecto que quieras que sea todo, hay algo tan mágico en rendirse".
La propia gira de Rae comenzó en Irlanda en agosto, con una aclamación tremenda. Su puesta en escena se inspiró en Alicia en el País de las Maravillas y el Mago de Oz, "esa esencia de lo desconocido", dice, aunque la coreografía enseñando el abdomen era pura Britney de ‘Slave 4 U’ y los billetes de un millón con su cara, disparados desde cañones de confeti, muy Richard Prince. ("Es material profundamente divertido", escribió Daniel Dylan Wray del Guardian). Pudo haber agotado entradas en recintos mucho más grandes. "Quería darme gracia y paciencia para encontrar cuál es mi propósito en el escenario", dice, aunque le inquietó que estos teatros más pequeños no tuvieran pantallas grandes, otra herramienta curatorial. Sin ellas, los fans estaban "realmente obligados a mirar al escenario y cada momento, lo cual pensé que era muy vulnerable". Resultó que le encantó. "Podías ver cada transición, cada respiro. Incluso te quita aún más esa sensación de control, forzándome a enfrentar la incomodidad de eso".
Addison Rae actuando con Arca en Coachella, 13 de abril de 2025. Fotografía: Emma McIntyre/Getty Images para Coachella
Es tan sorprendente como comprensible escuchar cuánto Rae se obsesiona con el control. Su atractivo viene de su personalidad natural y dulcemente eufórica: durante su discurso en los premios Variety, parecía genuinamente sin aliento por la emoción. También es una de varias estrellas del pop que ha devuelto la diversión a la fama después de años de músicos enfatizando lo dolorosa que es, la nueva integrante de la élite haciendo una cara de asombro por la emoción en la alfombra roja. Ella trata la celebridad como parte de su arte y es abierta sobre desearla: "¿Alguna vez soñaste con ser vista? / No por alguien, más bien en una revista", canta en ‘High Fashion’ (encantadoramente, también es la canción que más ha escuchado este año). "Disfruto la fama", dice claramente. "Creo que la fama es muy expuesta y cruda, y te pone en una posición que no todos llegan a experimientar. Disfruto el lujo de todo, aunque claro que hay un precio que pagas."
Ese precio es convertirse en objeto de especulación desenfrenada. Su éxito en TikTok la llevó a unirse al Hype House, una mansión en LA donde ella y otras estrellas de la plataforma, incluido el cantante Ordinary Alex Warren, vivían y creaban contenido, generando chismes sin fin. Sus padres, casados y divorciados dos veces entre ellos, se volvieron figuras en las redes sociales y generaron muchos titulares escandalosos. (“Ojalá mi mamá y mi papá hubieran podido estar enamorados”, canta en Headphones On, un raro momento de vulnerabilidad.) Las imágenes de ella presentándose a Donald Trump en una pelea de UFC en el 2021 atrajeron acusaciones de que era partidaria suya, lo cual ella negó (habló en apoyo a los inmigrantes durante las redadas intensificadas de ICE este verano). Hay muchos comentarios locos sobre ella en línea, y encontrar su lugar como estrella pop ha sido un ejercicio de recuperar y soltar control. “Hay un espacio muy mágico entre esas dos cosas que siempre puedes intentar lograr”, dice.
El propósito de año nuevo de Rae, dice, “es compartir menos. ¡En realidad he estado pensando mucho en esto. Nadie necesita saber nada!” Se ríe. “Obviamente me encanta hablar y compartir, y ya he hecho bastante de eso en esta llamada, pero creo que mientras menos compartes, más en control estás”. En cuanto al resto de 2026, aunque acaba de regresar de escribir en Suecia, no hay planes inmediatos para seguir a Addison. “Cuando algo está listo y terminado, quiero lanzarlo lo más pronto posible”, dice.
Volviendo a su máxima sobre el gusto como un lujo, este año encontró una base de fans extasiada con la idea de una estrella pop que ama tanto a Britney como a Burial. Sabe que puede ir más lejos la próxima vez. “Confío en que la gente que disfruta de mi arte lo trata con amabilidad, aceptación, amor y comprensión, de una manera en que quizás yo no lo hacía antes”, dice. Otras personas no lo harán, agrega, “y esa es honestamente el sueño, que nunca sea completamente comprendida. Si eso llegara a cambiar, creo que sería bastante aburrido, en realidad”.