El 2025 fue el año de los diseñadores. Con directores creativos saltando de marca en marca y talentos emergentes, incluso revelaciones, consiguiendo un pedazo de la atención sobreexcitada de la industria, la moda volvió a ser interesante. Aprendete los nombres que nos obsesionan ahora; para el 2026 tus amigos fingirán que los descubrieron primero y tú solo asentirás, quizá con un toque de sufrimiento.
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Zoe Gustavia Anna Whalen
Puede que la conozcas de las páginas de revistas glamurosas, de su debut escultórico en la NYFW, por la abierta admiración de Rosalía, el vestido de servilleta de Julia Fox o los florales granny core de Suki Waterhouse. En cualquier caso, Zoe Gustavia Anna Whalen es una diseñadora basada en Brooklyn que ya me ha jugado trucos visuales antes. A primera vista, su trabajo parece sacado directo del armario de una abuela, en el mejor sentido, quizá una abuela victoriana tan elegante que su vestuario antiguo vive en un museo. Luego miras una segunda vez y te das cuenta de que hace cosas que ninguna antigüedad jamás pudo.
Whalen crea piezas preindustriales con base histórica desde su estudio (2022), usando telas de stock muerto, lencería vintage y tejidos encontrados, transformando lo que muchos llamarían sobras en colecciones que logran existir entre la escultura y la usabilidad. Todo es un momento atmosférico: piensa en actuaciones con velas en el East Village, corsés que caen como armadura y estudios en penumbra. Whalen no solo me hace hacer capturas de pantalla de sus diseños íntimos, sino que casi le pongo un filtro viñeta. Hay algo en ese efecto recién-viejo que te sorprende.
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Danial Aitouganov & Imruh Asha para Zomer
Zomer es una marca muy joven, fundada oficialmente en 2023 por el diseñador Danial Aitouganov y la estilista Imruh Asha. Aitouganov acumulaba puntos en su currículum en Louis Vuitton, Chloé y Burberry antes de sentir la necesidad de hacer algo menos predecible, mientras Asha se ganó su reputación como estilista y directora de moda en Dazed mucho antes de tener su propio estudio. Se conocieron en Ámsterdam, coquetearon con la idea de una marca durante demasiado tiempo y finalmente aterrizaron en París con un nombre que convenientemente significa “verano”.
Para ser honesta, Zomer no era una marca que buscaba, hasta que sí lo hice. Bajo este dúo, la marca claramente se maneja en el arte y la cultura contemporánea, jugando siempre con la gran trinidad (color, textura y silueta) de una manera medida, me atrevo a decir, sutilmente vanguardista, burlándose de quien aún crea que la moda debe comportarse. El resultado es ropa que toma la audacia infantil, con la supervisión adulta justa para que no pongas los ojos en blanco.
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Ellen Hodakova Larsson para Hodakova
Justo cuando crees haber visto lo que puede hacer el “upcycled couture“, llega Hodakova y le da la vuelta para humillar tu definición. La marca comenzó con una filosofía muy simple en 2021 que Ellen Hodakova Larsson conocía bien: tomar materiales descartados y convertirlos en algo que haga a la gente sorprenderse de nuevo. Larsson creció viendo a su madre rescatar prendas viejas, y ese instinto ingenioso es ahora la columna vertebral de la marca. Cada pieza parece un makeover de lo ignorado: los cinturones se vuelven faldas, los botones antiguos se convierten en vestidos, e incluso cucharas y guitarras tienen su momento en la alfombra roja, junto a una estética vanguardista y conceptual.
Pocas marcas aparecen y te hacen preguntar por qué te importaba lo “nuevo”. Hodakova lo hace en Estocolmo, rebuscando entre retales y stock muerto que tus marcas favoritas desecharían; a Larsson le gustaría decir algo. Claro, ganó el Premio LVMH 2024, con dinero y mentoría incluidos, pero quédate con el trofeo, la ropa convence por sí sola. Prueba de que una mezcla de rechazos de la moda y visión fresca puede ser más interesante que cualquier cosa en una boutique que vende piezas nuevisimas con un encanto viejo, como usado-desde-los-90. Mejor salta el acto y apoya a alguien que realmente hace ropa que vale la pena notar desde la primera puntada.
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Steve Doan & Phan Huy para Phan Huy
Adivina qué te puede dar el amor por la artesanía y la herencia vietnamita? Phan Huy. Una casa de couture liderada por otro dúo, el estilista Steve Doan y… bueno, Phan Huy, no hay giro argumental aquí. Piensa en bordados intricados, tejidos de seda, tintes naturales de plantas, drapeado a mano y los ricos textiles de Vietnam: esas son sus armas. Huy es un poco diferente del diseñador revelación promedio, un poco más de cuento de hadas si quieres, con pliegues esculturales que se hacen amigos de la asimetría, siluetas que te hacen repensar qué significa “ajustado” y una sastrería contemporánea construida sobre maestría técnica de la vieja escuela. Eso sí es respetar la tradición.
Si Jhené Aiko confió en ellos, yo también. La marca nació en 2023, pero ya se ganó al mundo de la moda. La colección SS26 sí que funcionó, apareciendo en el feed de todo amante de los nombres establecidos, recordándonos exactamente de qué no se trata este taller. Nunca pensé que volvería a emocionarme por el brillo, pero aquí estoy, con media industria de la alta costura, la verdad es divertido. Añade siluetas esculturales y texturas intrigantes, y tienes a un recién llegado en el bloque de la couture enseñándole un par de cosas a los fósiles de la pasarela.
En algún punto entre los infinitos cambios de oficina de este año y las estéticas recicladas, unos pocos diseñadores mantuvieron la cabeza baja y dejaron que el trabajo hablara. Llámalos emergentes, revelación o la etiqueta que te ayude a sentirte organizado por un minuto. El punto es prestar atención mientras todavía están construyendo, no cuando ya están ocupados jugando a las mismas sillas musicales de la industria que todos juraron que nunca tocarían.