Ante la creciente presión sobre el sistema sanitario de EE. UU. para satisfacer las necesidades de su población envejecida, la Sociedad de Medicina Digital (DiMe) lanzó este mes una nueva iniciativa para diseñar una hoja de ruta que ofresca atención efectiva y digitalizada a los adultos mayores que desean pasar la última etapa de sus vidas en sus propios hogares y comunidades.
“Vamos a presenciar una ola enorme de personas que entrarán en Medicare, y la realidad es que la mayoría de los beneficiarios actuales y futuros de Medicare sí desean envejecer en su casa, pero el sistema no está optimizado para ello,” señaló Jennifer Goldsack, directora ejecutiva de DiMe.
Al mismo tiempo, el gobierno federal está impulsando el uso de la tecnología, los datos y la interoperabilidad para mejorar la atención a los beneficiarios de Medicare, creando así una ventana de oportunidad para modernizar el proceso de “envejecimiento en el hogar”, explicó.
Goldsack destacó que, durante los últimos cinco o seis años, la primera ola de “tecnología para la edad” —tecnología destinada a ayudar a los adultos mayores a vivir de forma independiente— se desarrolló en gran medida de manera aislada.
“La realidad es que todo eso se ha desarrollado en un vacío absoluto con respecto al recorrido real del paciente, a las necesidades laborales, a las consideraciones de reembolso y a nuevas categorías tecnológicas emergentes, como la tecnología del hogar inteligente. Por eso estamos realmente entusiasmados de hacer este trabajo ahora,” declaró.
Si el sistema de salud del país no logra aprovechar mejor la tecnología para los adultos mayores, muchas personas terminarán en residencias simplemente porque no pueden recibir apoyo seguro en casa, comentó Goldsack, añadiendo que esta situación no sería sostenible ni financiera ni operativamente.
Señaló que el nuevo proyecto de DiMe reune a un grupo diverso de partes interesadas —incluyendo sistemas de salud, agencias de atención domiciliaria, proveedores tecnológicos y empresas de telecomunicaciones. Algunos de los participantes son Epic, UMass Memorial Health, Validic y Withings.
El objetivo es conectar a grupos que rara vez colaboran, pero que son esenciales para que funcione la atención domiciliaria para adultos mayores —desde la entrega de tanques de oxígeno hasta garantizar la conectividad a Internet y el intercambio de datos entre sistemas, afirmó Goldsack.
Espera que el proyecto ayude a crear soluciones más prácticas que aborden los desafíos en la atención en el hogar, el manejo de enfermedades crónicas, la demencia y las transiciones de cuidado tras el alta hospitalaria.
Goldsack señaló que para mediados de 2026, las organizaciones participantes habrán creado guías sectoriales que definirán qué significa “lo correcto” para cada grupo de interés, lineamientos de política y financiación que recomienden incentivos y modelos de pago, y casos de estudio que muestren ejemplos tempranos de éxitos en el envejecimiento en el hogar.
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