Diferencias sindicales en medio de conversaciones sobre huelgas

Las complejas negociaciones para un nuevo convenio colectivo para el sector hostelero en Mallorca y el resto de Baleares están programadas para concluir el 26 de junio, más de cuatro semanas después del plazo original.

Para el acuerdo más importante de Baleares, dada la cantidad de trabajadores afectados —unos 180.000 en hoteles, restauración y ocio nocturno—, hay divergencias no solo entre sindicatos y empresarios, sino tambien entre los propios sindicatos.

Los dos sindicatos más grandes de Baleares, CCOO y UGT, participan en las negociaciones. La UGT es el mayor y tiene el rol principal. En el lado empresarial, la Federación de Hoteleros de Mallorca asume el liderazgo. Como se ha señalado antes, la federación y la UGT podrían, en teoría, cerrar un acuerdo que las demás partes tendrían que aceptar.

Esto es poco probable, sobre todo porque la UGT ha sido la más exigente de los dos sindicatos, y su postura ha molestado a la CCOO. La convocatoria de protestas ha sido un motivo. Aunque la CCOO dice que se sumará a la manifestación prevista para el 6 de junio frente a la sede de la federación en Palma, el descontento surge por no haber sido informada con antelación. La CCOO también critica a la UGT por negarse a aumentar el número de reuniones para alcanzar un acuerdo lo antes posible.

La UGT ha señalado que podría convocar huelgas en julio. Héctor Gómez, presidente de la federación de servicios de la CCOO en Baleares, afirma que su sindicato no descarta del todo la huelga, pero la califica de “último recurso”. También opina que el anuncio de posibles huelgas fue “populista” y duda que se materialice. “La federación de servicios de la UGT está dividida en este tema y no tiene apoyo para llevarlo a cabo. Empresarios, trabajadores y sindicatos pierden dinero, además de la tensión organizativa que supondría. Debemos ser socialmente responsables.”

LEAR  El Este enfadado

Desde el anuncio de la UGT, no ha habido contacto entre los sindicatos. Gómez dice que su homólogo, José García Relucio, no se ha puesto en contacto con él. “No he hablado con él, ni nadie de la UGT nos ha contactado. Esta falta de comunicación perjudica mucho la unidad sindical necesaria para negociar un acuerdo de esta importancia.” Cree que la UGT está “usando los derechos de los trabajadores como arma política, no solo contra los empresarios, sino también contra la CCOO e incluso internamente en su propio sindicato”.

Los principales obstáculos en las negociaciones son el salario y la jornada laboral. Aunque los sindicatos tengan diferencias, Gómez no está dispuesto a dar tregua a los empresarios.

Desmiente declaraciones de la vicepresidenta de la federación hotelera, María José Aguiló, quien dijo que los sindicatos confunden ingresos con beneficios al exigir aumentos salariales. “No nos pueden engañar. Los beneficios hoteleros en los últimos tres años han sido estratosféricos. Basta comparar los aumentos salariales con los precios de las habitaciones. Es hora de compartirlos con los trabajadores.”