Nunca pensé que usaría Letterboxd. La idea de la aplicación de registrar reseñas de cada película que veías me parecía como contar pasos, y generalmente prefiero ejercitar mi pretenciosidad a la antigua usanza – como obtener un BFA o frecuentar cines de arte donde suelo ser la única persona menor de 50 en la sala.
Pero después de que escribí sobre mi película reconfortante para el Guardian – esa sería Sullivan’s Travels, la sátira perfecta de 1941 de Preston Sturges – dos colegas de la redacción me convencieron. "Oye Alaina, nos enteramos que te gustan las películas", dijo uno. "¿Cuál es tu Letterboxd?". Quise ser parte del club y me registré esa misma noche. Ahora escribo mis impresiones de cada película que veo, usualmente antes de salir del cine o cerrar el streamer.
Aunque la aplicación de catalogar películas existe desde 2011, ganó popularidad durante el confinamiento por Covid, cuando la gente atrapada en casa tenía poco más que hacer que pavonear su gusto cinematográfico. La mayoría de los usuarios de Letterboxd son jovenes, entre 18 y 34 años, y tienden a gastar más dinero en cine que el estadounidense promedio. En 2024 la aplicación alcanzó 17 millones de usuarios, casi al mismo tiempo que la serie de entrevistas rápidas en alfombra roja, Letterboxd Four Favorites, se volvía viral. Esta modesta popularidad contrasta con una industria cinematográfica en crisis, con menos producciones y más desempleo. El anuncio de la semana pasada sobre la adquisición de Warner Bros por Netflix – ¿o será una oferta hostil de Paramount Skydance? – resultó especialmente deprimente para quienes aprecian el acto de ir al cine, ya que muchos temen que el triunfo de los streamers sea el fin para las salas.
El miércoles, Letterboxd lanzó una "tienda" de alquiler de vídeos dentro de la aplicación – que, significativamente, no llama servicio de streaming. "Piénsalo como estanterías curadas en lugar de solo desplazar listas sin fin sin poder decidir qué ver", decía un comunicado. Las películas incluirán joyas del circuito de festivales sin distribución mayorista (como It Ends, el debut de terror de Alexander Ullom sobre cuatro amigos atrapados en un viaje nocturno cada vez más espeluznante, que entusiasma especialmente a TikTok), relanzamientos de clásicos olvidados y lanzamientos por tiempo limitado.
Eso tiene sentido, dada la reputación de Letterboxd como refugio para el tipo de cinéfilo A24-pilled que haría cola horas por merchandising de Marty Supreme o llevaría una bolsa de tela de Metrograph. Nos hemos burlado del film bro arquetípico desde al menos Annie Hall, cuando el personaje de Woody Allen no soporta al hombre detrás de él en el cine que sobreintelectualiza la última película de Fellini hablando por encima de su cita. Muchos usuarios de Letterboxd vienen de Film Twitter, un espacio con predominio masculino donde la indignación, la irreverencia y las malas opiniones a propósito campan a sus anchas.
Aún así, muchas de las personas más seguidas en la aplicación no son el film bro promedio: la actriz Ayo Edebiri es conocida por su cuenta (ahora eliminada) donde llamó "feo" a Yoda de Star Wars y dijo que una entrega de Rápidos y Furiosos era "real y verdaderamente post-Dios". La estrella del pop Charli XCX ha registrado más de 1000 películas, con Céline y Julie van en barco (1974) y El hilo invisible (2017) entre sus cuatro favoritas. Algunas reseñas de Letterboxd se vuelven virales.
A Letterboxd le gusta promocionarse como un medio para descubrir películas; los usuarios crean "listas de seguimiento", algunas hiperespecíficas. (Un amigo mío tiene una lista de 30 películas sobre "Británicos Jodidamente Raros", mientras yo hice "cine del flechazo", una colección para cuando sufres por un crush quizá no correspondido). Puedes ver la actividad de tus amigos, lo popular de la semana y buscar cualquier película para leer todas las reseñas escritas.
En un email, un representante de Letterboxd escribió: "Letterboxd es menos una red social, más una comunidad". No tiene scroll infinito ni depende de algoritmos para inspirar tu próxima noche de cine.
Gigi Leal, una creadora de contenido de 33 años y fanática del cine de terror, adora Letterboxd. "Es como un diario cinematográfico", dijo. "Me recuerda a los inicios de las redes sociales, cuando solo compartías opiniones con amigos". Muchos coinciden en que la fuerza de Letterboxd como red social está en lo que no tiene: no hay mensajes privados ni se pueden subir fotos.
"En cierto modo, está en su fase inicial de lo que quiere ser", dijo Chris Hite, profesor de cine. "Si Letterboxd amplía los tipos de interacción, el miedo es que termine como el entorno tóxico de Twitter o Facebook que todos hemos visto".
Ezgi Eren, que escribe el Substack 11am Saturday, dijo: "Creo que hay peligro en que Letterboxd se convierta en una red social plena. Quizá la gente se sentiría incentivada a sacar fotos durante una película o hacer chistes en una proyección".
Spencer Turney, que organiza proyecciones mensuales en Chicago, busca en Letterboxd como un cratedigger en una tienda de discos, buscando películas para su ciclo. "Ese es el punto fuerte de Letterboxd: encontrar esas películas que te sorprende que no hayan tenido visibilidad", dijo Turney, de 34 años. "Es genial tener esta referencia y lenguaje compartidos, pero no te hundes en la ‘podredumbre cerebral’ de ver a alguien tirar galletas Oreo a una lasaña, como en TikTok".
Leal dijo que Letterboxd es su "primera fuente de información" al investigar una película, una especie de Rotten Tomatoes que prioriza las opiniones de amigos sobre, digamos, la de la crítica jefe del New York Times, Manohla Dargis. "Muchas veces entro solo para ver cómo la percibieron otros", dijo. "A mi novio, si ve una valoración media de 2.1, le parece una mala película y no la ve".
Letterboxd existe en un ecosistema cinematográfico fracturado; pocos dependen hoy de críticos establecidos para decidir qué ver. En cambio, los fans digieren la cultura a través de análisis en YouTube, videos de reacción en TikTok y el historial de su red en Letterboxd.
Ali El-Sadany, editor jefe del sitio FilmSlop, es un usuario entusiasta – aunque no le gusta la premisa básica de reducir una película a cinco estrellas. "Odio que existamos en un mundo donde todo debe cuantificarse", dijo. Aún así, cree que Letterboxd "es una aplicación que reúne muchas voces, y ha dado plataforma a las mejores la mayoría del tiempo".
Leal confesó que a veces se distrae durante una película, pensando en cómo la valorará en Letterboxd. Le pasó viendo Marty Supreme, el nuevo drama de ping-pong con Timothée Chalamet dirigido por el favorito de Film Twitter, Josh Safdie. "Cada 15 minutos, pensaba ‘no olvides esta frase, la quieres poner en tu reseña’".
Conozco la sensación. Hace unas semanas, enferma en cama, volví a ver Cantando bajo la lluvia, que vi por primera vez a los 10 años y muchas veces desde entonces. En medio de la alucinante actuación atlética de Donald O’Connor en Make ‘Em Laugh, donde el ex artista de vodevil hace múltiples volteretas y tropezones, abrí perezosamente Letterboxd para ver qué decía la audiencia. Tras unos minutos desplazando reseñas, me di cuenta de que me había perdido la mejor parte de la película – una de las mejores partes de cualquier película. Pidiendo disculpas cósmicas al legendario y ya fallecido O’Connor, cerré Letterboxd y volví a ver.
