Desmantelan gran plantación de marihuana oculta dentro de una casa en Busot.

Durante la inspección, los técnicos de la compañía eléctrica descubrieron una conexión ilegal subterránea a la red eléctrica, lo que representaba graves riesgos de incendio.

La operación descubrió una sofisticada operación de cultivo de marihuana en el interior de una vivienda que abarcaba tres pisos.

La infraestructura de cultivo, valuada en más de €18,000, consumía la energía equivalente a 50 hogares.

El Juzgado de Instrucción No. 1 de San Vicente del Raspeig ordenó la detención de los arrestados.

El 23 de abril de 2025, como parte de la “Operación Legar”, la Guardia Civil desmanteló una plantación de marihuana grande y altamente sofisticada escondida dentro de una casa privada en Busot. La operación resultó en el arresto y encarcelamiento de una pareja serbia.

La investigación comenzó en agosto de 2024, después de que agentes de la Unidad de Investigación de la Guardia Civil de San Vicente del Raspeig recibieran informes de ciudadanos preocupados sobre ruidos persistentes de equipos eléctricos y actividades sospechosas en una residencia cercana de tres pisos y 400 m².

Tras las indagaciones, los agentes descubrieron que la casa era alquilada por una pareja que pagaba en efectivo el alquiler y mantenía el contrato de electricidad a nombre del propietario.

El 1 de abril, los agentes ejecutaron una orden de registro en la propiedad, arrestando a un hombre de 45 años y a una mujer de 44, ambos ciudadanos serbios, que vivían allí con su hijo menor. En el interior, encontraron 481 plantas de marihuana maduras en las etapas finales de floración, distribuidas por todas partes de la casa. La propiedad había sido modificada extensivamente para ocultar la operación, con paredes alteradas, ventanas selladas, techos perforados, sistemas eléctricos y de ventilación de alta capacidad, y equipos especializados para procesar y empaquetar las drogas.

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El laboratorio clandestino estaba equipado con tecnología de vanguardia valorada en más de €18,000, que incluía iluminación LED de bajo consumo, sistemas de filtración de agua, filtros de control de olores y fertilizantes químicos diseñados para aumentar la potencia de la marihuana.

Durante la inspección, los técnicos de la compañía eléctrica descubrieron una conexión ilegal subterránea a la red eléctrica, lo que representaba graves riesgos de incendio. El robo de energía estimado superaba los 80,000 vatios, equivalente al consumo de aproximadamente 50 hogares similares.

A los individuos arrestados se les imputan cargos de cultivo y producción de drogas, tráfico de drogas, fraude eléctrico y pertenencia a una organización criminal. Han sido ingresados en prisión por el Juzgado de Instrucción No. 1 de San Vicente del Raspeig.

La Guardia Civil destacó el papel vital de la colaboración ciudadana en el éxito de esta operación y instó al público a seguir informando sobre cualquier actividad sospechosa que pudiera estar relacionada con el tráfico de drogas.