Operación Gallagher: desmantelada una red de fraude fiscal de 69 millones en el sector de bebidas alcohólicas
10 de julio de 2025 – En una operación conjunta denominada "Operación Gallagher", la Guardia Civil y la Agencia Tributaria, bajo la dirección de la Fiscalía Europea (EPPO), han desarticulado una importante organización criminal responsable de un fraude fiscal masivo de 69 millones de euros en el sector de bebidas alcohólicas entre 2018 y 2024.
Ocho miembros de la organización han sido arrestados tras 19 registros coordinados en Madrid, Barcelona, La Coruña, Ibiza, Jerez de la Frontera y Valencia. Las autoridades incautaron 400.000 euros en efectivo, más de un millón en cuentas bancarias, un yate de lujo, 34 relojes de alta gama, 5 vehículos de lujo y emitieron órdenes de embargo para 21 propiedades.
Red internacional compleja con 93 empresas implicadas
La organización operaba mediante una intrincada red de 93 empresas registradas en España, Portugal, Alemania, Malta y las Islas Turcas y Caicos. Estas compañías servían tanto como fachadas para actividad comercial como para el blanqueo de capitales procedentes del delito.
Fraude del IVA mediante depósitos fiscales
La investigación se centró en un sofisticado fraude intracomunitario del IVA, aprovechando las normas de la UE que eximen este impuesto en transacciones transfronterizas. El esquema utilizaba depósitos fiscales en Países Bajos, Portugal y España, donde se movían grandes cantidades de alcohol sin generar obligaciones tributarias inmediatas.
Una vez en España, falsos intermediarios ("missing traders"), controlados por el grupo criminal, compraban el alcohol, asumían la deuda del IVA y desaparecían sin pagar. La mercancía circulaba luego por una cadena de empresas pantalla mediante facturas falsas, llegando finalmente a los consumidores a través de canales controlados por la red. Aunque en papel se cobraba el IVA, nunca se declaraba a Hacienda, permitiendo a la organización vender a precios artificialmente bajos.
Españoles al frente de la operación
La operación estuvo dirigida por tres españoles, quienes utilizaron testaferros para gestionar empresas pantalla y distanciarse de la implicación directa. Esta estructura dificultó el rastreo de transacciones y desplazó responsabilidades hacia miembros secundarios.
La investigación fue liderada por la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil y la Oficina Nacional de Investigación del Fraude (ONIF) de la Agencia Tributaria, bajo supervisión de la EPPO, que persigue delitos contra los intereses financieros de la UE.
El operativo incluyó múltiples unidades regionales de la Guardia Civil, servicios caninos y aéreos, así como auditores digitales de equipos tributarios nacionales y autonómicos.
(Nota: "Gallagher" aparece mal escrito en el enlace, pero se mantiene por fidelidad al original.)
