La Guardia Civil y la policía local sorprendieron a dos sospechosos in fraganti tratando de vender cobre tan solo horas después de haberlo robado.
Incautación impactante: la policía española ha desarticulado una banda criminal acusada de sustraer cerca de 3.000 kilogramos de cobre en varios municipios de Alicante y Albacete, provocando pérdidas superiores a los 50.000 euros.
La Guardia Civil y la policía local aprehendieron a dos sospechosos *in fraganti* cuando intentaban comercializar el cobre pocas horas después del hurto. Hasta el momento, se han detenido a tres personas, y una cuarta está siendo investigada, junto con el propietario de un centro de reciclaje que presuntamente adquiría el metal robado con un beneficio de 15.000 euros.
Oleada de delitos: según los informes, la banda se habría ensañado con localidades como Pinoso, Onil, Salinas, San Vicente del Raspeig, Albatana, Caudete, Fuente Álamo y Ontur. Su método era audaz y sistemático: actuaban al amanecer, pelaban el revestimiento plástico de los cables sustraídos y vendían el cobre en bruto a chatarreros.
La operación policial se puso en marcha tras el robo en septiembre de 700 metros de cable de cobre en Pinoso. Los dispositivos de vigilancia desplegados condujeron a la detención de dos sospechosos el 7 de noviembre, cuando intentaban vender 120 kg de cobre robado en Salinas. La documentación incautada vinculaba a la banda con cientos de kilos de sustracciones anteriores.
Los sospechosos: dos hombres, de 36 y 41 años, y una mujer de 38, se encuentran en prisión. Un hombre de 26 años está siendo investigado, junto con el dueño del centro de reciclaje. Los cargos incluyen once delitos de robo, receptación de bienes hurtados, falsificación documental e infracciones de tráfico. Todos han quedado en libertad con fianza.
La operación pone de relieve la exitosa coordinación de los equipos ROCA de la Guardia Civil en Ibi, Almansa y Hellín, que colaboraron con las policías locales de Onil y Elda.