“Desgastando la democracia”: autores temen el impacto del fallo del Tribunal Supremo de EE. UU. sobre libros LGBTQ+ | Prohibiciones de libros en Estados Unidos

Sarah Brannen, ilustradora y autora de libros infantiles, iba en el auto con su hermana cuando recibió una alerta en su teléfono a finales de junio. Estaba en un grupo con otros autores cuyos libros eran discutidos en un caso de la Corte Suprema de EE.UU, y los mensajes no paravan de llegar. Su libro, La boda de tío Bobby, que muestra un matrimonio homosexual, estaba en el centro de un controversia con grandes implicaciones para la educación pública en todo el país.

Según la decisión del 27 de junio, unos padres en Maryland ahora pueden retirar a sus hijos de primaria de clases donde se lean libros con temas LGBTQ+, como La boda de tío Bobby. Los jueces decidieron, 6-3, que la junta escolar de Montgomery violó el derecho de los padres a ejercer su religión al no permitir que los niños se saltaran esas lecciones. Los padres alegaron que no podían enseñar a sus hijos sobre género y sexualidad acorde a sus creencias.

"Me preocupa mucho que esto haga que niños LGBTQ+ o con familias LGBTQ+ vean cómo otros niños salen del aula porque leen un libro sobre sus familias", dijo Brannen. "Es terrible decirles a los niños que hay algo malo en ellos, al punto que otros no pueden ni escuchar sobre sus familias."

Brannen y otros autores temen que esta decisión lleve a padres a retirar a sus hijos de cualquier clase que no les guste en el futuro, incluso lecciones inclusivas sobre historia. Además, argumentan que es importante que la educación refleje el mundo real, con diversidad de familias e identidades. Estudios muestran que aprender sobre personas LGBTQ+ ayuda a los niños a ser más empáticos y socialmente competentes.

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Junto a La boda de tío Bobby (ilustrado por Lucía Soto), la queja de los padres incluyó otros seis libros, como Born Ready de Jodie Patterson, My Rainbow de la congresista DeShanna Neal y Trinity Neal, y ¡Perrito del Orgullo! de Robin Stevenson.

DeShanna Neal, quien habló en Dover, Delaware, dijo:
"Cuando empiezas a debilitar lo que la educación pública fue creada para hacer, estás destruyendo los cimientos de la democracia, la libertad y la igualdad."

"Pensadores críticos que puedan avanzar a EE.UU."

Rachel H Farr, profesora de psicología en la Universidad de Kentucky, explica que nunca es muy temprano para enseñar diversidad. En sus investigaciones, niños con padres LGBTQ+ muestran mayor competencia social porque aprenden que está bien ser diferente. Libros sobre familias diversas ayudan a todos los niños a entender mejor el mundo.

"Aprender sobre personas diferentes ayuda a entender distintos puntos de vista", dijo Farr. "Desarrolla empatía, amabilidad y sentido de pertenencia—cosas que todos queremos que los niños aprendan."

El lado negativo de no enseñar diversidad, advierte Farr, es que puede aumentar prejuicios, haciendo creer que solo hay una forma correcta de pensar.

En Born Ready, un niño transgénero expresa su frustación hasta sentirse aceptado. Para Jodie Patterson, esta decisión judicial marca un cambio peligroso: de una educación que desafía creencias a una visión limitada. Los niños encontrarán personas LGBTQ+ en sus vidas, y deben estar preparados.

"Es crucial exponer a los niños a ideas diferentes para ser un país de pensadores críticos que avance", dijo Patterson. "El progreso en EE.UU. siempre ha surgido de unir opiniones opuestas, no de imponer una sola visión."

Si los padres pueden excluir a sus hijos de temas que no les gustan, preguntó Patterson: "¿Podrían familias nativas evitar lecciones sobre Colón, o familias negras omitir la historia contada desde la perspectiva blanca?"

En su disidencia, la jueza Sonia Sotomayor afirmó que la decisión "amenaza la esencia de la educación pública", al privilegiar creencias religiosas sobre el aprendizaje de una sociedad diversa.

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Robin Stevenson, autora de ¡Perrito del Orgullo!, cree que esta medida invisibiliza a las familias LGBTQ+: "Trata estos libros como algo distinto, mandando un mensaje dañino, especialmente a niños LGBTQ+. Además, puede empeorar la ola de prohibiciones de libros."

Mientras la Corte Suprema deliberaba, DeShanna Neal trabajó en una ley en Delaware para prohibir la censura de libros. Su libro My Rainbow narra cómo hizo una peluca arcoíris para su hija trans, Trinity. El "Acta de Libertad para Leer", aprobada el 30 de junio, garantiza que libros como el suyo no serán prohibidos. Un colega le escribió: "Nunca tendrás que preocuparte por que My Rainbow sea prohibido en Delaware."