Cuando el autobús de las Lionesses giró de The Mall al patio de Buckingham Palace, el sol rompió a través de las nubes y brilló sobre decenas de miles de fans adorantes. Justo a tiempo, quizás había estado tomando notas durante el último mes.
Iluminó una multitud que a simple vista parecía mucho más de 50,000 que anticipado por la FA. Hombres, mujeres, niños, niñas, abuelos, bebes. El estereotipo de la aficionada ‘típica’ del fútbol femenino se está reescribiendo oficialmente.
Era apropiado que el viaje para celebrar un segundo Campeonato de Europa consecutivo terminara en territorio real porque para muchos de los fans que acudieron a Londres el martes en la mañana, estas jugadoras han alcanzado ese nivel de estrellato.
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La gente tiró las cubiertas negras que se habían puesto para disuadir el hacinamiento, desesperados por ver a los héroes victoriosos de Inglaterra. Treparon los bolardos, montaron en las barandillas y en algunos casos acamparon literalamente toda la noche para ser parte de la historia.
Conocí a una familia que llegó a la 1am para obtener la mejor vista de la famosa carretera de una milla que lleva al Palacio.
Dos abuelos fueron sujetos de algunas técnicas de persuasión impresionantes de su nieta de 13 años, vestida con una camiseta de la selección femenina de Inglaterra con el nombre y número de Alessia Russo. “Ella se ha inspirado para jugar al fútbol por las Lionesses,” me dijeron.
Puede llegar a ser un cliché etiquetar a las mujeres de Inglaterra como inspiradoras, pero la prueba es innegable en días como este. Hace tres años, 7,000 fanáticos se apiñaron en Trafalgar Square para celebrar el Campeonato Europeo 2022. El centro de Londres habría sido cerrado a la fuerza si hubieran realizado estas celebraciones en el mismo lugar.
Hay muchos factores que apoyan el crecimiento del fútbol femenino – el nacimiento de la WSL, la implementación de contratos a tiempo completo y la mayor exposición en televisión han jugado su parte – pero la herencia de las Lionesses es la que se lleva el protagonismo. Incluso después de que el desfile terminó oficialmente, casi todos los fanáticos permanecieron para ver mientras las jugadoras se tomaban fotos en el escenario con sus seres queridos.
Otra familia, también allí lo suficientemente temprano para un asiento en primera fila, explicó cómo su hija de 14 años había cambiado literalmente su lealtad al club después de 2022 por la capitanía de Leah Williamson. “Juego como delantera, pero me encanta cómo Leah maneja el equipo dentro y fuera del campo,” dijo ella misma, Evie.
Williamson lidera desde el frente de la misma manera que Sarina Wiegman lo hace desde lo alto. Ella ha sido la jefa consumada desde el primer día, una creadora de historia ella misma, pero siempre la primera en desviar del propio rol y enfocar los elogios en sus jugadoras.
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Aún minutos después de la final del domingo, cuando le preguntaron cómo se sentía al asegurar su tercer Campeonato de Europa consecutivo como entrenadora, hizo exactamente eso para cargar de elogios a su equipo y al personal.
Pero este era su momento de brillar, con Burna Boy – quien mencionó casi hace dos años como su artista más escuchado – traído especialmente para hacer un dúo con ella. No podía decepcionarlo, ¿verdad?
Ver a la figura estoica de Inglaterra bailar y rapear con “For My Hand” fue un momento surrealista en un verano lleno de ellos. Las dobles heroicidades de Michelle Agyemang. Las actuaciones de alto riesgo de Inglaterra. La tensión de la tanda de penaltis en la final del domingo.
Surrealista era la palabra que la normalmente imperturbable jefa de Inglaterra usó para las celebraciones del martes también. “Diría que es un sueño hecho realidad, pero no puedes soñar con esto,” le dijo a Sky Sports. “Era totalmente imposible en una vida anterior y luego estás aquí en Buckingham Palace en un autobús con todos saludando y festejando. Nunca olvidaré esto en mi vida.”
Ella ha estado allí y lo ha vivido, pero para aquellos de nosotros que llegamos más tarde a esta fiesta, vale la pena tomar un momento para apreciar que, aunque hay un largo camino por recorrer, el crecimiento del fútbol femenino llegó muy lejos incluso antes de 2022.
Antes de eso, los últimos Euros celebrados en suelo inglés fue en 2005, cuatro años después de que Wiegman se retirara como jugadora. Las Lionesses salieron con un susurro en las fases de grupos, terminando al final de su grupo con un total de espectadores en tres partidos apenas superior al número de fanáticos que acudieron a Londres esta semana.
En ese entonces, las jugadoras de Inglaterra ajustaban los partidos del torneo alrededor de sus trabajos diurnos. Ahora Agyemang – quien ha jugado un total de 144 minutos para su país – ha llegado a casa desde Suiza con miles de fanáticos gritando su nombre.
Ha habido temores de que el legado de las Lionesses estuviera muriendo después de la euforia inicial de 2022, tanto social como financieramente. En algunos casos, el dinero se ha secado y las promesas hechas no se han mantenido.
Se hicieron acusaciones de que se había alcanzado un límite. Pero que esto sea un recordatorio de la imagen más grande. La única pregunta por ahora es dónde encajarán las multitudes en 2029.