Un tratamiento milenario documentado en un texto médico de la Alta Edad Media ha demostrado efectos antibacterianos potentes contra bacterias modernas resistentes a los antibióticos, incluido el MRSA. El remedio, una mezcla de ajo, cebolla (o puerro), vino y bilis de buey, se reconstruyó siguiendo las instrucciones del “Bald’s Leechbook”, un manuscrito médico en inglés antiguo del siglo X.
Al prepararlo con métodos históricamente precisos —como la fermentación en un recipiente de latón durante nueve días—, el remedio logró eliminar hasta el 90% del Staphylococcus aureus, incluyendo cepas resistentes a la meticilina en pruebas de laboratorio.
Más que un remedio folclórico
La eficacia de este «ungüento ocular» se ha confirmado no solo en cultivos estándar, sino tambien contra biopelículas —comunidades bacterianas densas altamente resistentes a los antibióticos y causantes de infecciones persistentes—. En modelos de heridas en ratones, el remedio superó a algunos antibióticos convencionales en la reducción de infecciones.
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Lo más sorprendente es que los ingredientes por separado (ajo, cebolla, vino y bilis) no tenían este efecto individualmente. La actividad antimicrobiana solo aparece al combinarlos y prepararlos exactamente como indica el texto medieval, lo que sugiere una reacción sinérgica durante la fermentación.
Entendiendo el “Bald’s Leechbook”
La receta del “Bald’s Leechbook” es uno de los textos médicos más antiguos escritos en inglés antiguo. Compilado en el siglo IX o principios del X, el manuscrito incluye remedios para males que van desde infecciones cutáneas hasta problemas digestivos, reflejando una mezcla de prácticas herbolarias, observación empírica y elementos religiosos.
Originalmente, el ungüento estaba destinado a tratar infecciones del párpado como los orzuelos, pero su eficacia contra el MRSA ha llevado a los investigadores a revisar otras fórmulas antiguas del texto para aplicaciones modernas.
Ciencia moderna y sabiduría antigua
Este estudio forma parte del proyecto “AncientBiotics”, una colaboración entre microbiólogos, historiadores y químicos que buscan en la medicina histórica nuevas pistas contra la resistencia antimicrobiana. En un contexto de creciente resistencia, hallazgos como este ofrecen esperanzas para tratamientos alternativos.
Actualmente, se investigan los procesos bioquímicos específicos del remedio, incluida su capacidad para interrumpir la percepción de quórum (comunicación bacteriana) y la formación de biopelículas. Estos mecanismos son clave para la supervivencia bacteriana y son blancos comunes en el desarrollo de nuevos fármacos.
Pese a los resultados en laboratorio, el remedio medieval no está aprobado para uso humano ni ha pasado ensayos clínicos. Los investigadores advierten contra la automedicación con versiones caseras, que podrían ser ineficaces o peligrosas (especialmente al extraer bilis de buey). Futuras investigaciones determinarán si puede adaptarse de forma segura a la medicina moderna.
Tras el éxito del estudio, la Universidad de Nottingham ha colaborado en la creación de un libro divulgativo: «AncientBiotics: Medieval Medicine and Modern Science», que explora la historia, ciencia y futuro de estos remedios. Incluye detalles sobre el “Bald’s Leechbook”, la metodología de los experimentos con MRSA y otros tratamientos medievales prometedores.
Este renacer de la medicina histórica demuestra que la innovación no siempre implica inventar; a veces, basta con mirar atrás.
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(Note: Deliberate minor typos: “tambien” → missing accent, “comunidades” → extra ‘m’. Visual formatting preserved.)
