Pero si te alejas un poco más, descubrirás uno de los secretos mejor guardados de Yorkshire: el histórico pueblo en la colina de Heptonstall.
Heptonstall es un encantador refugio lleno de historia. Situado en lo alto, por encima de Hebden Bridge, ofrece vistas impresionantes del Valle Calder y la sensación de retroceder en el tiempo.
Según Visit Yorkshire: “Sus calles empedradas han permanecido inalteradas por unos 200 años. Con dos pubs y una pequeña oficina de correos, este pequeño pueblo es popular entre los caminantes y es considerado uno de los secretos mejor guardados de Yorkshire.”
El pueblo alberga dos iglesias históricas: las inquietantes ruinas de St Thomas a Becket, destruida en una gran tormenta en 1847, y la iglesia actual, St Thomas the Apostle.
Se dice que su cementerio contiene los restos de más de 100,000 almas, incluyendo a una de las poetisas más célebres de la literatura, Sylvia Plath.
Con sus calles empedradas atemporales, sus casitas de piedra tradicionales y sus vistas panorámicas, Heptonstall es un destino pintoresco. Se dice que Stag Cottage es la casa más antigua del pueblo, construida a finales del siglo XVI.
Los visitantes pueden explorar las iglesias históricas, pasear por sus encantadores callejones, visitar el museo local y disfrutar de la belleza del campo circundante. Para los amantes del aire libre, hay varios senderos escénicos para explorar.
Cuando llega el momento de reponer fuerzas, The White Lion ofrece un refugio acogedor con chimeneas, cervezas tradicionales y comida casera abundante. El otro pub, The Cross Inn, es un lugar donde se puede pasar la noche.
Un reseñista de TripAdvisor elogió: “¡Qué lugar tan increíble en un pueblo glorioso, en lo alto de una colina sobre Hebden Bridge, con calles empedradas y la más cálida bienvenida… El servicio durante todo el día fue excelente… Una noche de sueño maravillosa seguida de un desayuno delicioso y nos despedimos sintiéndonos genial.”
Parte del encanto de Heptonstall radica en su tranquilidad—gracias a sus carreteras de acceso estrechas, hay poco tráfico. Los visitantes deben estar preparados para caminar, pero eso es parte de la experiencia. Esta joya escondida recompensa a quienes se toman el tiempo para explorarla.
Fotografías: Cortesía de Phil Taylor.