Mallorca se prepara para una temporada invernal más tranquila, con un descenso notable de visitantes procedentes de Alemania – tradicionalmente el mercado turístico más importante de la isla. Los pronósticos del sector anticipan un descenso del 10% en las llegadas de alemanes en comparación con el año anterior, lo que refleja un cambio más amplio en los hábitos de viaje europeos y una cierta cautela económica entre los vacacionistas.
De acuerdo con datos de la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA), las reservas de vuelos desde Alemania hacia las Islas Baleares han caído casi un 10% de cara al invierno, mientras que la Asociación Española para la Asignación de Franjas Horarias (AECFA) ha registrado una reducción del 13% en los vuelos con destino a Palma. Dado que más del 90% de los visitantes alemanes a Baleares viajan a Mallorca, se prevee que esta tendencia tenga un impacto significativo a nivel local.
Hace apenas un año, el panorama era mucho más alentador. La isla celebraba entonces cifras récord de turismo germano, con un aumento del 10% en las llegadas, llegando a constituir más de la mitad de todos los turistas extranjeros durante la temporada baja. Ahora, la situación ha dado un giro completo.
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Los factores económicos pesan más que las protestas, según los oficiales
El gobierno balear ha restado importancia a las sugerencias de que las protestas antiturismo hayan influido en el descenso. El conseller de Turismo, Jaume Bauzá, afirmó que la caída no estaba vinculada a las manifestaciones, sino más bien a las presiones de los precios y a la competencia de destinos más asequibles. Señaló a Egipto y a las Islas Canarias como ejemplos de lugares hacia donde se dirigen este invierno los viajeros más pendientes del costo.
Bauzá citó un informe del instituto turístico de España, Turespaña, que reconoce que la demanda alemana se está viendo constreñida por los mayores costes y el cambio en las preferencias de viaje. El consejero enfatizó que, si bien los mercados alemán y británico se están suavizando, otras nacionalidades –incluyendo turistas franceses, italianos y suizos– están en alza. “La diversificación es una ventaja para el turismo en Baleares”, afirmó.
El político de la oposición Llorenç Pou, del PSOE, acusó al gobierno de estar “desconectado” de la realidad de la saturación del mercado, argumentando que no se han tomado medidas audaces para gestionar la presión visitante. Bauzá replicó que las políticas de la administración anterior eran las culpables de la masificación e insistió en que este verano mostró “un cambio de tendencia” hacia un mejor equilibrio.
Los alemanes siguen viajando – pero de forma distinta
Los expertos del sector coinciden en que el descenso de visitantes germanos tiene menos que ver con la política y más con la economía. El Cónsul de Alemania en Mallorca, Wolfgang Engstler, declaró que las familias se enfrentan a presupuestos más ajustados y al alza de precios, lo que las lleva a ser más selectivas con sus viajes. Del mismo modo, Norbert Fiebig, presidente de la asociación de viajes DRV, señaló que la asequibilidad pesa ahora más que cualquier preocupación sobre la imagen del destino.
Pedro Fiol, presidente de la asociación de agencias de viajes Aviba, afirmó que los alemanes siguen viajando, pero “lo hacen de manera diferente” – realizando estancias más cortas, gastando menos y eligiendo destinos de menor costo con buen clima invernal, como es el caso de las Islas Canarias.
Aunque el turismo en Mallorca se mantiene sólido en general, se espera que el cambio en el mercado alemán afecte a los hoteles de Palma y al turismo de cruceros, ambos fuertemente dependientes de los visitantes procedentes de Alemania. Los observadores de la industria advierten que los próximos meses podrían ser complicados para los negocios locales que dependen de este grupo clave, si bien la diversificación hacia otros mercados europeos ofrece cierto respaldo para la perspectiva turística general de la isla.