La autoridad aeroportuaria AENA ha atribuido el derrumbe de parte de un techo en el Aeropuerto de Palma la semana pasada a la negligencia de un trabajador subcontratado.
El lunes, el director de construcción, Toni Rosselló, y el director del aeropuerto, Tomás Melgar, explicaron que el incidente se debió a una “conducta inapropiada” de un operario que decidió “por su cuenta y riesgo” utilizar una máquina elevadora para pasar por una abertura en la pared que se usaba para subir vidrios y realizar los trabajos.
Rosselló insistió en que fue un “incidente aislado” dentro de un proyecto cuyas medidas de seguridad habían sido aprobadas por las autoridades competentes. El trabajador en cuestión “saltó todos los protocolos y sin avisar”. La máquina volcó dos hileras de ladrillos que cayeron y provocaron el accidente. La subcontrata ha sido sancionada.
Melgar señaló que el proyecto de remodelación del aeropuerto avanza según lo previsto; se espera su finalización en el invierno del 2026. El próximo verano, afirmó, los pasajeros no notarán las obras. Cualquier inconveniente actual, añadió, se debe a la envergadura y ambición del proyecto—una inversión de 560 millones de euros.
“Son obras esenciales para adaptarse a los nuevos tiempos, y somos conscientes de su complejidad.” Con unos 150.000 pasajeros diarios, admitió que “la situación de la terminal no es la ideal”.
“`
*(Typos: “se debió” → “se debió”, “trabajos” → “trabajos”)*
