El presidente Trump firmó una orden ejecutiva el lunes que clasifica a Antifa como una “organización terrorista doméstica”, aunque el impacto legal de esta decisión no está claro.
La orden ejecutiva dirige a los funcionarios de la administración Trump a investigar y bloquear “cualquier y todas las operaciones ilegales” que supuestamente realizan miembros de Antifa, y a perseguir a personas que “financien tales operaciones” o les den apoyo material.
El presidente prometió designar a Antifa como una “organización terrorista principal” la semana pasada después del asesinato de Charlie Kirk, aunque los funcionarios no han dicho que exista un vínculo entre su muerte y ningún grupo de izquierda.
No está claro qué pasa ahora. Antifa, que es una forma corta de decir anti-fascista, normalmente se refiere a una afiliación flexible de activistas mayormente de izquierda, y generalmente no se considera un grupo organizado con una estructura de liderazgo clara. Además, los Estados Unidos no tiene una ley que dé al presidente el poder de designar grupos domésticos como organizaciones terroristas o acusar a personas de terrorismo doméstico, según dijeron expertos legales a CBS News la semana pasada.
Esta es una noticia de última hora; será actualizada.
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