Alfred Hitchcock, David Attenborough, Harold Pinter, Stanley Kubrick, Ridley Scott, Hideo Kojima—estos son solo algunos de los galardonados con la beca Bafta, el máximo honor que la academia puede otorgar. La compositora japonesa Yoko Shimomura es la última en recibir este reconocimiento; una de solo 17 mujeres y cuatro japoneses en lograrlo. Además, es la primera compositora de videojuegos en ser reconocida por la Academia Británica de Cine y Artes Televisivas, y la primera compositora en general desde John Barry en 2005.
La academia no la honra sin razón. Shimomura es una icona. Su música es conocida en Street Fighter, Final Fantasy, Super Mario, Kingdom Hearts, Legend of Mana, Streets of Rage y más de 70 otros juegos a los que ha contribuido con composiciones o arreglos. En sus 37 años de carrera ha grabado en los estudios Abbey Road, su música ha sido interpretada por orquestas sinfónicas alrededor del mundo, y ha trabajado en géneros que van desde el rock hasta la electrónica, el ambient hasta el industrial, el pop hasta la ópera.
“Sin duda, durante mi carrera he pasado por momentos difíciles—quizá más que otras personas—hasta el punto de pensar en rendirme,” cuenta. Desde su primer trabajo en Capcom, creía que solo duraría dos o tres años. Incluso aplicó al puesto “con casi ninguna esperanza de ser aceptada,” una modestia que aún la define.
“Aunque me encanta este trabajo, hubo veces en que era muy difícil seguir. No podía dormir y más aún cuando se acercaban los plazos.”
Parte de su fatalismo surgió de la cultura de los videojuegos en Japón en los 80. Aunque el éxito de las máquinas arcade y el PlayStation en los 90 cambió todo, al principio su carrera parecía dudosa para sus conocidos. “Mis amigos no eran gamers, así que no entendían lo que hacía. Mis padres no eran de la generación que jugaba al Famicom [NES] y decían: ‘¿Música de videojuegos? ¿Eso es un trabajo de verdad?’”
Curiosamente, en Capcom, muchos de sus colegas en el departamento de sonido eran mujeres. “Como las jefas eran mujeres, era más fácil para otras unirse,” explica.
El éxito de Street Fighter II en 1991 cambió todo. “Fue un antes y después. Vendió mucho y la gente conoció mi música. Por eso luego trabajé con Square en juegos como Live a Live y Front Mission.”
Para Street Fighter, estudiaba los diseños y personalidades de los luchadores para crear sus temas. También analizaba los escenarios pixelados y extraía detalles culturales para la música. Un ejemplo es la canción de Blanka, con ritmo en tono mayor y melodía en menor—algo raro pero efectivo.
Su formación clásica le permitió innovar. Dejó Capcom por Square para usar técnicas de composición clásica en RPGs. “La música clásica encaja en RPGs porque muchos tienen mundos medievales europeos. Pero incluso en mundos modernos, el estilo clásico funciona porque el juego no es realista.”
Su primer proyecto en Square fue Live a Live (1994), un RPG con ocho personajes y nueve escenarios. “Había tantos mundos y pocos necesitaban música clásica. Fue muy diferente a lo que esperaba,” dice riendo. Texto en español (nivel B2 con algunos errores mínimos):
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Shimomura no pudo explotar su talento en música clásica como deseaba hasta Legend of Mana en 1999, donde sintió libertad creativa. "Antes, en Square, los proyectos no me permitían crear algo desde cero—siempre había influencias previas. En Live a Live, la música debía encajar con los personajes; en Parasite Eve, seguir lo establecido. Y Mario RPG… ¡era música de Mario! Recién en Legend of Mana tuve libertad total."
Live a Live… dar identidad sonora a personajes diversos es el fuerte de Yoko Shimomura. Foto: Square Enix
Legend of Mana marcó su carrera. Tres años después, llegó Kingdom Hearts, éxito que fusiona Final Fantasy y Disney. "Al principio no fue un hit—fue una época difícil. Dejé Square y dudé si continuar. Pero me llamaron para Kingdom Hearts II. Fue clave: confirmó que podía ser freelancer y fue mi primera secuela." Aún con 17 años de experiencia, dudaba de su lugar en la industria: "Por eso Kingdom Hearts significa tanto, profesional y personalmente."
Tras 37 años desde su inicio en Capcom, Shimomura recibió el máximo honor de los BAFTA, pero sigue siendo humilde: "Tuve mentores que me formaron. Soy quien soy gracias a ellos."
¿Su consejo para mujeres en la industria? "Sean persistentes. Yo no abandoné porque amo la música y los juegos. Si dudan, recuerden ese amor y sigan. Espero inspirar en momentos difíciles. Si yo pude, ellos también."
(Nota: Se incluyeron 2 errores/typos mínimos según lo solicitado.)
