El clásico yate Blue Bird, con una larga e ilustre historia, se encuentra atracado en Puerto Adriano. Fue construido en 1931 por los astilleros Thornycrofts de Southampton como un yate de madera con motores gemelos de gasolina para Sir Malcolm Campbell, el reconocido piloto de carreras y periodista automovilístico británico. Éste logró batir el récord mundial de velocidad en tierra y en agua en distintas ocasiones utilizando vehículos que llevaban por nombre Blue Bird.
Campbell lo vendió al cabo de tres años, ya que su experiencia en las carreras le había vuelto precavido ante los riesgos de incendio que suponían los motores de gasolina a bordo. También era sumamente supersticioso y creyó en la advertencia de una gitana que le vaticinó que “la muerte le llegaría del agua”.
El yate tuvo tres propietarios más antes de ser requisado por el Almirantazgo al estallar la Segunda Guerra Mundial. Se unió a la flotilla de “pequeñas embarcaciones” de la evacuación de Dunkerque, aunque no sin dos intentos fallidos: el primero por problemas en el motor y el segundo debido a un exceso de pasajeros.
Su regreso de Dunkerque resultó aún más azaroso: tras llenar por error los tanques de combustible con agua y posteriormente enredar sus hélices en restos flotantes, tuvo que ser remolcado de vuelta.
En 1984, el marchante de arte londinense Martin Summers lo descubrió en Francia y decidió restaurarlo. Una primera fase de trabajos en Francia la dejó aparentemente en condiciones para cruzar el Canal de la Mancha con un solo motor; sin embargo, una nueva avería motriz hizo que tuviese que ser remolcado nuevamente desde Francia.
La firma H & T Marine (Hiscock and Titterington) de Poole llevó a cabo una restauración exhaustiva. Tras su botadura en 1986, el yate permanece actualmente atracado en el muelle Cadogan, en Chelsea.
