De problemas legales a reescenas: ¿está maldita la película biográfica de Michael Jackson?

El biopic de Michael Jackson: ¿un éxito o un desastre?

Después de la pandemia, el público adulto que disfrutaba del cine no espectacular ha disminuido, pero un subgénero ha resistido: el biopic de músicos pop. No todos son éxitos como Bohemian Rhapsody; algunos, como Back to Black sobre Amy Winehouse o la peli de Whitney Houston, fracasaron. Pero con casos como A Complete Unknown (140 millones y 8 nominaciones al Oscar), está claro que tarde o temprano cada icono pop tendrá su película.

Y "tarde o temprano" es la palabra clave para Michael, el biopic del controvertido rey del pop, Michael Jackson. Dirigida por Antoine Fuqua, debía estrenarse en abril 2025, pero se retrasó a octubre de este año y ahora quizá llegue en 2026. ¿La razón? Necesitan 22 días más de rodaje en junio, casi tiempo suficiente para grabar otra película entera.

Parece que el plan es dividirla en dos partes, con el nuevo material ampliando la primera mitad, que terminará alrededor de 1980. O sea, antes de Thriller, de Bad y de los escándalos de abuso infantil. Hubo problemas legales porque incluyeron a un acusador de Jackson, cuya demanda prohibía que apareciera en ficciones. La fundación Jackson aprobó el proyecto, pero su falta de supervisión causó este lío. Convertir una peli en dos les da tiempo para arreglar los problemas legales.

Además, quizá así doblen las ganancias. Los biopics musicales ahora se tratan como franquicias, como los próximos cuatro biopics de Los Beatles (uno por miembro). La ironía es que aquí el objetivo es abordar las graves acusaciones contra Jackson. Que las incluyan ya es sorprendente, porque este subgénero suele evitar polémicas. Pero, vamos, es obvio que la fundación Jackson nunca aprobaría una peli que no sea favorable a él. El actor que lo interpreta es su sobrino, Jaafar Jackson. ¿Suena como un casting imparcial o como un homenaje familiar?

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Un biopic que hable de los escándalos pero siga idealizando a Jackson parece lo peor de ambos mundos. Otros fracasos recientes, como los de Winehouse o Houston, también chocaron por mezclar tragedia con narrativas controladas por las fundaciones. La diferencia es que los problemas de Jackson son mucho más graves que una vida autodestructiva. ¿Se puede celebrar su legado sin mencionar su lado oscuro?

El éxito de MJ the Musical, que evita los escándalos, sugiere que sí. Tal vez por eso dividen Michael en dos partes: la primera puede ser pura nostalgia y talento, y la segunda fingir que aborda lo incómodo. Es un truco viejo: vender el doble como dos éxitos separados.

En teoría, Michael suena a fiasco: una fundación entrometida, un rodaje caótico, un actor novato y un tema delicado. Pero también podría marcar un precedente: borrar la línea entre el arte biográfico y el negocio de limpiar reputaciones. Jackson cambió la música en vida; ahora podría cambiar cómo se hacen las pelis sobre leyendas.