Diversos municipios españoles han promulgado ordenanzas municipales cuanto menos peculiares, que prohíben actividades aparentemente inocuas, desde la prohibición de sacudir alfombras en la vía pública hasta imponer multas a quienes juegan al dominó al aire libre.
Prohibido sacudir alfombras
En Sevilla, es ilegal sacudir ropa o alfombras hacia la calle. La normativa local también veta colgar prendas “indecentes” en los tendederos, con sanciones que pueden alcanzar los 3.000 euros para infracciones graves. La ciudad autónoma de Ceuta, en el norte de África, también multa con entre 100 y 750 euros a quienes sacudan ropa o alfombras desde los balcones o en la calle.
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Prohibido lanzar arroz en bodas
En 2007, la ciudad de Cádiz prohibió la costumbre tradicional española de lanzar arroz en las bodas, en parte para evitar que los invitados resbalaran con los granos, pero también para impedir que palomas y gorriones se dieran un festín gratuito y luego ‘adornaran’ iglesias y plazas con sus excrementos.
Prohibido jugar al dominó en exteriores
Las autoridades sevillanas son sin duda meticulosas con la normativa que establecen, pues en 2014 introdujeron una ordenanza que prohibía los juegos de dominó y de dados en las terrazas de los cafés.
Otras acciones vetadas por esta legislación anti-ruido son acelerar innecesariamente el motor del coche, poner televisiones a alto volumen en terrazas de restaurantes, rodar barriles de cerveza por la calle, golpear bombonas de butano y jugar a los dardos. Las multas, según se informa, oscilan entre 300 y 300.000 euros.
Prostitución sí, pero con seguridad vial
Aunque la Presidencia del Gobierno se haya comprometido a abolir la prostitución, desde hace años las trabajadoras sexuales de la carretera cerca de Els Alamús, en Lleida, deben chalecos reflectantes durante su jornada laboral.
De no hacerlo, infringen una ley de 2004 que estipula que los peatones en carreteras principales y arcenes deben llevar prendas de alta visibilidad, so pena de una multa de 40 euros.
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Prohibidos los castillos de arena
Las autoridades de los municipios tinerfeños de Arona y Arico decidieron incluir en sus ordenanzas de conservación de playas de 2009 la prohibición de construir grandes castillos de arena.
Se desconoce el grado de aplicación de esta norma, pero formaba parte de una iniciativa para mantener el litoral lo más natural y libre de contaminación posible. Los artistas de la arena que deseen exhibir sus obras en estas playas deberán solicitar primero un permiso municipal.
Prohibido el trapo en el balcón
Secar una fregona al aire libre quizás sea la forma más eficaz de evitar malos olores, pero intentar hacerlo en el municipio de Villanueva de la Torre, en Guadalajara, podría acarrear una multa o, en el mejor de los casos, una advertencia.
Según su periódico local, Nueva Alcarria, las autoridades del PSOE en este municipio de 6.500 habitantes introdujeron la prohibición de tener una fregona en la terraza o el balcón de casa, como parte de una ordenanza de convivencia que también vetaba los ladridos nocturnos de los perros y que los niños jugasen en la calle.
Prohibido mendigar con perro
Por extraño que parezca, mendigar está permitido en Madrid, pero no si se lleva un perro, o peor aún, si se utilizan canes para que mendiguen por uno.
Esta ordenanza de protección animal de 2018 pretendía acabar con las redes criminales que colocan perros por la ciudad, los tumban sobre una manta junto a un cuenco para limosnas y los abandonan. El Ayuntamiento estimó que estas mafias podían llegar a recaudar hasta 400 euros diarios en donaciones, por lo que las multas son cuantiosas: hasta 5.000 euros.
Prohibidos los nombres extraños
Como en muchos países, en España existen normativas que regulan los nombres que se pueden poner a los hijos. Stalin y Mao están permitidos, pero Judas y Caín no, y tampoco Mandarina, que es el nombre de una fruta y, por tanto, claramente inapropiado para una persona. Algo que quizás deberían decirle a Gwyneth Paltrow.
Prohibido dormir o mantener relaciones sexuales dentro de un coche
De acuerdo con la Dirección General de Tráfico, dormir o realizar cualquier otra actividad no ilícita dentro de un vehículo no constituye una infracción sancionable, siempre que el automóvil esté correctamente aparcado y el acto no moleste.
No obstante, en la ciudad vasca de Bilbao, dormir dentro del coche es una falta punible, y en Granada las autoridades locales se tomaron la molestia de aprobar una ordenanza que prohibía expresamente mantener relaciones sexuales dentro de un automóvil.
