Las autoridades españolas han rastreado el origen del apagón en la red ibérica hasta una subestación en la región de Andalucía.
Hablando el miércoles, la ministra de Energía Sara Aagesen confirmó que una pérdida abrupta de energía en una instalación en Granada fue la primera de tres fallas que provocaron interrupciones en toda la red.
Segundos después, se registraron incidentes relacionados en Badajoz y Sevilla, culminando en la pérdida de 2.2 gigavatios de electricidad.
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Marca la primera vez que los funcionarios han identificado públicamente la posible fuente geográfica del apagón.
Sin embargo, la ministra advirtió que llegar a una conclusión definitiva no será sencillo.
“Estamos analizando millones de datos. También seguimos avanzando en la identificación de dónde ocurrieron estas pérdidas de generación y ya sabemos que comenzaron en Granada, Badajoz y Sevilla”, dijo Aagesen.
Aagesen señaló que las primeras investigaciones ya han descartado varias posibles causas, incluidos ciberataques al operador de red REE, desequilibrios entre la oferta y la demanda, y capacidad insuficiente.
“No hubo alerta, no hubo aviso”, agregó, rechazando las afirmaciones de políticos de la oposición de que las advertencias de los expertos podrían haber sido ignoradas.
La ministra también reveló que se está investigando el exceso de voltaje en los días previos al evento como posible desencadenante, después de informes de volatilidad de los operadores de red.
Aagesen defendió el compromiso del gobierno con la energía renovable después de que algunos críticos sugirieran que la baja proporción de energía nuclear y combustibles fósiles en el sistema podría haber contribuido al apagón.
“Una mezcla con más renovables reduce los riesgos externos. Nos permite anticipar, adaptarnos y responder rápidamente ante cualquier eventualidad”, dijo.
También señaló que el uso de energías renovables en el sistema se ha mantenido constante antes, durante y después del apagón.