Carmen María Gálvez del Río de Sanysol Residencia para Mayores. Crédito: Sanysol
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Mujeres en los Negocios
La mujer tras una de las residencias de mayores más respetadas de Andalucía está cambiando la forma en que pensamos sobre envejecer – un corazón a la vez.
En la vibrante ciudad costera de Torre del Mar, en la Axarquía malagueña, se alza una residencia de la que la gente habla en voz baja con admiración y confianza. Sanysol Residencia para Mayores no es solo un centro para personas mayores – es un santuario. Y en su corazón se encuentra una mujer cuyos valores y visión han moldeado cada ladrillo, cada política y cada alma que cruza sus puertas.
Conozcan a Carmen María Gálvez del Río, la Directora Gerente de Sanysol – una mujer de una ferocidad serena y una compasión infinita, que encarna la elegancia bajo presión y la bondad en acción.
Una Vocación, No una Carrera
Mientras muchos tropiezan con una profesión, Carmen nació con una vocación.
“Siempre supe que quería cuidar de las personas,” afirma. “En mi familia, los abuelos eran pilares. Me enseñaron que envejecer no es algo que deba temerse – es algo que debe honrarse.”
Esa reverencia por los capítulos tardíos de la vida la inspiró a estudiar gestión sociosanitaria y, en última instancia, a tomar las riendas de Sanysol – un espacio que describe no como su lugar de trabajo, sino como la misión de su vida.
“Cuidar no es lo que hago,” dice Carmen con una voz suave pero firme. “Es lo que soy.”
Un Hogar Cimentado en la Humanidad
Bajo el liderazgo de Carmen, Sanysol se ha convertido en una de las residencias más reconocidas de Andalucía – no solo por sus instalaciones de vanguardia, sino por su enfoque inquebrantable en la dignidad y la empatía.
Conoce a cada residente por su nombre. Sus historias viven en su corazón. “Tenemos aquí personas que fueron agricultores, cirujanos, maestros, madres, pioneros… Llevan historias enteras dentro. Aquí no solo cuidamos cuerpos. Guardamos memorias. Nutrimos el espíritu.”
Y se nota – en las sonrisas que se cruzan durante la comida, en las risas de las rutinas matutinas y en la serenidad que inunda cada pasillo bañado por el sol.
Liderando en Tiempos de Crisis
Cuando golpeó la pandemia, Carmen enfrentó desafíos para los que ningún manual podría haberla preparado.
“Había miedo. Miedo real,” admite. “Pero teníamos una responsabilidad. La gente nos había confiado sus vidas – y sus familias también habían confiado en nosotros.”
Trabajó incansablemente, asumió decisiones imposibles y se convirtió en un pilar de calma cuando el mundo temblaba. “La fuerza de nuestros residentes y sus familias es lo que me mantuvo firme. Su fe nos dió coraje.”
¿El Secreto del Éxito de Sanysol?
Una palabra: Empatía.
“Dirigir una residencia no se trata de marcar casillas o equilibrar presupuestos. Se trata de preguntarse cada día – ¿Querría yo que mis propios padres estuvieran aquí? Y si la respuesta no es un sí rotundo, cambiamos algo hasta que lo sea.”
Aunque han llegado premios como el Andalucía Excelente, los reconocimientos no son su motor. Carmen se alimenta del corazón – y eso se irradia en el momento en que entra en una habitación.
Carmen Más Allá del Escritorio de Dirección
Cuando se aleja de Sanysol, Carmen se reconecta con sus raíces: pasea, lee y, sobre todo, pasa tiempo con su familia.
“Ellos son mi refugio,” sonríe. “Me mantienen equilibrada. Porque este trabajo, aunque hermoso, es pesado. Llevas las vidas de las personas, su dolor, su esperanza. Tienes que cuidar de ti mismo para ofrecer un cuidado completo y genuino.”
La Mujer de Gran Corazón
Pregunten a cualquiera en Torre del Mar quién es Carmen María Gálvez del Río, y la respuesta es instantánea: “una mujer de corazón grande”.
Su humildad, su fuerza serena y su creencia en la bondad de las personas la han convertido en una líder respetada y profundamente confiable. No cree en las jerarquías – solo en la humanidad.
Ya sea hablando con el nieto de un paciente, con un limpiador o con un consejero regional, Carmen trata a todos con el mismo respeto.
“Todos estamos aquí por la misma razón,” dice. “Para hacer que la gente se sienta segura. Vista. Amada.”
Su Filosofía, Su Promesa
¿Cómo lo resume Carmen?
“Cuidar de los demás como me gustaría que me cuidaran a mí algún día. Esa es mi brújula. Ese es mi contrato con cada persona que cruza nuestras puertas.”
En un mundo acelerado que a veces parece frío y transaccional, Carmen nos recuerda que el liderazgo arraigado en la compasión es el más poderoso de todos. Demuestra que la suavidad es fortaleza, y que en manos de alguien que realmente se importa, envejecer puede no ser una decadencia, sino un regreso – a la dignidad, a la paz y al amor.
Carmen María Gálvez del Río – Liderando con Bondad. Viviendo con Propósito. Transformando Vidas.
