SON tentadores cuando las temperaturas rondan los cuarenta grados. El agua fría y limpia de los arroyos montañosos, así como las pozas tranquilas, parecen hechas a medida para nuestro disfrute.
Pero no lo son.
Los lugares naturales para bañarse en montañas y bosques pueden ser traicioneros.
Por su propia naturaleza, suelen estar muy lejos de ayuda. Si alguien de tu grupo tiene dificultades y logras pedir auxilio, ¿cuánto tardarán los servicios de emergencia en encontrarte?
Las playas cuentan con socorristas, flotadores y otra gente dispuesta a ayudar. Los arroyos y pozas forestales, en cambio, carecen de todo esto.
Bañarse en sitios improvisados también es peligroso porque no sabes qué obstáculos acechan bajo la superficie: cuerdas viejas, basura dejada por visitantes anteriores, incluso raíces de árboles pueden enredar al nadador descuidado.
Dada la geología de Andalucía, la cantidad de pozas solitarias es enorme. La piedra caliza es porosa y, durante milenios, el agua de lluvia la ha ido erosionando.
El domingo 15 de junio, la Guardia Civil tuvo que llevar a cabo dos rescates cuando bañistas oportunistas se metieron en problemas.
A las 14:00, el Servicio de Coordinación de Emergencias de Andalucía informó a la Guardia Civil sobre una mujer que había caído en un barranco.
El accidente ocurrió en el paraje del Río Verde, al sur del pueblo de Otívar, unos 32 kilómetros al este de Nerja. Solo se supo que la mujer (55 años) había sufrido múltiples heridas.
El GREIM, el equipo de rescate en montaña de la Guardia Civil, entró en acción. Un helicóptero descendió a los agentes al barranco.
La mujer tuvo que ser inmovilizada (las víctimas suelen empeorar sus lesiones al intentar moverse), colocada en una camilla y trasladada en helicóptero al hospital.
El segundo rescate de la tarde tuvo lugar a las seis en la zona aislada de los "Baños de Alicún", en el interior de Almería.
Una unidad local de la Guardia Civil recibió el aviso de que unos adolescentes que se bañaban en pozas naturales habían sido "arrastrados" por la crecida del agua.
Los agentes, junto con trabajadores del cercano Balneario de Alicún, buscaron y encontraron a los jóvenes. Estaban ilesos, pero atrapados en un saliente rocoso.
Mediante cuerdas, los oficiales lograron sacar a las víctimas, una por una, a través del agua hasta un lugar seguro.
