El secretario de defensa Pete Hegseth informó que fuerzas estadounidenses mataron a cuatro personas en un ataque a un barco cerca de la costa de Venezuela, que supuestamente traficaba drogas.
“El ataque se realizó en aguas internacionales cerca de la costa de Venezuela mientras la embarcación transportaba cantidades sustanciales de narcóticos, con rumbo a Estados Unidos para envenenar a nuestra gente”, escribió Hegseth en una publicación en X.
Este es el más reciente de una serie de ataques letales que Estados Unidos ha realizado contra barcos en aguas internacionales, que según ellos están involucrados en el “narcotráfico”.
Los ataques han recibido condenas en países como Venezuela y Colombia, y algunos abogados internacionales los describen como una violación del derecho internacional.
Hegseth dijo que el ataque ocurrió en el área de responsabilidad del Comando Sur de EE. UU., que cubre la mayor parte de Sudamérica y el Caribe. “Nuestra inteligencia, sin duda, confirmó que este barco traficaba narcóticos, la gente a bordo eran narcoterroristas y operaban en una ruta de tránsito de narcotráfico conocida”, afirmó sobre el ataque del viernes.
“¡Estos ataques continuarán hasta que cesen los ataques contra el pueblo estadounidense!!!!”
El presidente Trump también confirmó el ataque en su plataforma Truth Social, diciendo que el barco llevaba drogas suficientes “para matar de 25 a 50 mil personas”.
Sin embargo, Estados Unidos no ha proporcionado pruebas de sus afirmaciones ni información sobre las identidades de los tripulantes.
No hubo una respuesta inmediata de Venezuela, pero su presidente, Nicolás Maduro, ya ha condenado los ataques y dijo que su país se defenderá de la “agresión” estadounidense.
El fatal ataque del viernes es el cuarto realizado por Estados Unidos en un mes. Trump dijo que 11 personas murieron en un ataque a un barco cargado de drogas en el sur del Caribe a principios de septiembre.
Más tarde, en el mismo mes, dos ataques separados con días de diferencia mataron a un total de seis personas.
Este jueves, un memo filtrado enviado al Congreso –reportado por medios estadounidenses– dijo que el gobierno ahora considera que está en un “conflicto armado no internacional” con los cárteles de droga.
Esto es significativo porque la ley requiere que el gobierno informe al Congreso si va a utilizar a las fuerzas armadas, lo que sugiere que planea más acción militar.
EE. UU. justifica sus ataques contra presuntos barcos narco como defensa propia, a pesar de que muchos abogados cuestionan su legalidad.
Enmarcar esto como un conflicto armado activo es probablemente una forma de que Trump justifique usar poderes de guerra más extremos, por ejemplo, matar a “combatientes enemigos” aunque no hayan representado una amenaza violenta, o detener personas indefinidamente. Estos poderes son similares a los aplicados contra al-Qaeda después del 11-S.
Trump no ha explicado por qué categoriza el narcotráfico y delitos asociados como un “ataque armado”, ni ha nombrado qué cárteles cree que atacan a EE.UU.
Ya ha designado a muchos cárteles, incluso en México, Ecuador y Venezuela, como organizaciones terroristas, otorgando a las autoridades estadounidenses más poderes para responderles.
