La Agencia Tributaria de ESPAÑA tiene un sistema establecido para monitorear grandes movimientos de dinero a través de bancos con el fin de prevenir el fraude fiscal y el lavado de dinero.

Se imponen multas para penalizar cualquier actividad ilegal.

Los bancos tienen la obligación legal de informar a las autoridades fiscales sobre depósitos y retiros que excedan cierta cantidad.

Si son considerados como ‘sospechosos’ por la Agencia Tributaria, podrían ser investigados y sancionados si no se puede demostrar una fuente legítima de dinero.

Las transferencias grandes no están prohibidas, pero el sistema está diseñado para detectarlas, en caso de que haya algo ilegal en curso.

Si desea hacer un depósito en efectivo de más de €1,000, debe hacerse en persona en un banco con el titular de la cuenta proporcionando identificación.

Los bancos deben informar sobre depósitos o retiros de más de €3,000 o cuando se utilicen billetes de €500.

El límite máximo de efectivo que se puede mover dentro de España es de €100,000 y si se deposita o retira una cantidad igual o superior, debe declararse a través del formulario S1.

En cuanto a transferencias de €6,000 o más, la Agencia Tributaria debe ser notificada por el banco de que se ha realizado tal operación.

Si la cantidad es mayor a €10,000, el titular de la cuenta tendrá que demostrar de dónde proviene el dinero.

La Ley General Tributaria tiene tres niveles diferentes de infracciones, dependiendo de su gravedad y las multas correspondientes son las siguientes:

Leve: Si la base de la sanción no supera los €3,000, o es superior, y no hay indicios de ocultación. La multa es de hasta el 50% del monto.

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Grave: Si la base de la sanción supera los €3,000 y hay ocultación. La multa varía entre el 50% y el 100% del monto.

Muy grave: Si se utilizan métodos fraudulentos, las sanciones van del 100% al 150% del monto.