El domingo, 26 de octubre, a las 2 de la mañana, los relojes se atrasarán una hora. Esto marca el comienzo oficial del Horario de Greenwich.
Para la mayoría de la gente, esto significa una hora más en la cama. Los bares y clubes que abren hasta tarde podrían tener horarios de apertura más largos si deciden quedarse abiertos.
La mayoría de los teléfonos inteligentes y dispositivos digitales se actualizan automáticamente. Pero los relojes analógicos y otros relojes digitales, como los de los coches y los hornos, hay que cambiarlos manualmente.
La tradición de cambiar la hora comenzó hace más de 100 años. El parlamento aprobó la Ley de Horario de Verano en 1916, creando así el Horario de Verano Británico.
Este sistema se diseñó para que la gente no desperdiciara horas valiosas de luz durante los meses de verano y para ahorrar combustible durante la Primera Guerra Mundial. La campaña la empezó William Willett en 1907. Alemania fue el primer país en adoptar el sistema en abril de 1916, y el Reino Unido le siguió en mayo de ese mismo año.
Aunque el público sigue dividido sobre si la tradición debería continuar, todos los intentos de eliminar el sistema en el Reino Unido han fracasado.
Mientras que el Horario de Verano se sigue en la mayoría de Europa, América del Norte y Australasia, la mayoría de los lugares en África y Asia no lo practican.
Los relojes se adelantarán otra vez el 29 de marzo de 2026, marcando el inicio del Horario de Verano Británico.
Hasta entonces, las tardes se volverán progresivamente más oscuras hasta el solsticio de invierno. ¡Así que preparaos