Principales señales de casos graves en verano
La quemadura solar es una de las consecuencias más frecuentes de la exposición al sol. Aunque la mayoría de los casos son leves y se curan solos con cuidados básicos, algunos pueden agravarse y requerir atención médica urgente. El Dr. Luis Tejedor, jefe de Medicina Interna y Geriatría del Hospital Universitario Vithas Madrid Arturo Soria, explica las señales de alerta que indican cuándo una quemadura necesita evaluación profesional.
Síntomas de quemadura solar grave
Una quemadura leve suele provocar enrojecimiento, sensibilidad y molestias superficiales que mejoran en pocos días. Sin embargo, debes buscar atención médica si presentas:
- Ampollas grandes o extendidas
- Dolor intenso
- Fiebre
- Escalofríos
- Malestar general
Señales de alerta que requieren urgencia
Algunas complicaciones exigen atención inmediata:
- Numerosas ampollas o de gran tamaño
- Dolor e hinchazón intensos
- Fiebre, mareos o dolor de cabeza
- Náuseas o vómitos
- Signos de deshidratación
- Empeoramiento del estado físico
Las ampollas son especialmente preocupantes porque indican daño cutáneo profundo, aumentan el riesgo de infección y pueden dejar cicatrices permanentes si no se tratan correctamente.
Consecuencias de no tratar una quemadura grave
- Infecciones en la piel
- Deshidratación
- Cambios de coloración (hiper o hipopigmentación)
- Cicatrices permanentes
- Mayor riesgo de cáncer de piel por daño acumulativo
El riesgo de infección aumenta si las ampollas se rompen o se manipulan mal. Las señales incluyen dolor creciente, enrojecimiento, secreción amarillenta, mal olor y, a veces, fiebre.
Cómo tratar una quemadura solar en casa
Para casos leves, se recomienda:
- Compresas frías
- Aloe vera puro o hidratantes sin perfume
- Evitar productos irritantes
- Mantenerse hidratado
- Tomar analgésicos como paracetamol o ibuprofeno si es necesario
Precauciones especiales para niños y adultos mayores
Las complicaciones son más frecuentes y graves en niños y ancianos debido a su piel frágil y menor capacidad de regeneración. Son más vulnerables a deshidratación, infecciones, problemas de temperatura y cicatrices permanentes.
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