El ascenso de los partidos antinmigración en Europa demuestra que la ultraderecha no necesita ejercer el poder para impulsar su agenda e influir en la formulación de políticas. Conor Faulkner de The Local examina los partidos de ultraderecha que están moldeando el debate en el continente y analiza cuál de ellos resulta el más extremista.
En la Europa de la posguerra, el consenso político mantuvo a las fuerzas radicales alejadas del poder estatal. En Alemania se conoció como ‘brandmauer’ —el cortafuegos—. Para los franceses, un cordón sanitario mantuvo al Frente Nacional, ahora el Reagrupamiento Nacional (RN) de Marine Le Pen, lejos del gobierno.
Sin embargo, en 2025, la ultraderecha gobierna en Hungría e Italia. Ha formado parte de coaliciones en Suecia, Austria y Holanda, y podría pronto gobernar en Francia, el Reino Unido, Alemania y España, si hemos de hacer caso a las últimas encuestas.
Resulta innegable que se ha producido una ola de partidos antinmigración en Europa —pero, ¿quiénes son estos partidos y qué es lo que persiguen?
En tiempos de polarización, es fácil percibir a los partidos de ultraderecha como un monolito. Marta Lorimer, profesora de Ciencia Política en la Universidad de Cardiff, comenta a The Local que existe “variación entre estos partidos”, si bien matiza que “son variaciones de lo extremo, no una escala de moderado a extremo”.
En Francia, a lo largo de la convulsión que ha derribado gobiernos sucesivos bajo el impopular presidente Emmanuel Macron, el RN ha cobrado un peso considerable en los sondeos. Actualmente obtiene un 33 por ciento según Opinionway, y el parlamento francés aprobó recientemente, por primera vez en la historia, un proyecto de ley propuesto por la ultraderecha.
No obstante, el sistema electoral presidencial francés a dos vueltas exige que el ganador obtenga el 50 por ciento en una segunda votación, lo que significa que la perspectiva de que la líder de la ultraderecha se convierta en jefa de estado en 2027 no es tan inevitable como sugieren las encuestas.
Entonces, ¿qué defiende realmente el RN? Como ha señalado mi colega Genevieve Mansfield: “Una de las razones por las que puede ser difícil precisar qué defiende el partido es la vaguedad de sus políticas”. Tanto en Francia como en el extranjero, la política de ultraderecha puede consistir en una política basada más en vibraciones duras pero imprecisas que en detalles concretos.
Lo que sí sabemos es que el RN pretende abolir el centenario principio del “droit du sol”, que otorga la nacionalidad a las personas nacidas en Francia de padres extranjeros, e instaurar una ‘preferencia nacional’ que favorecería a los ciudadanos franceses en empleo, vivienda y prestaciones sociales. Un
El Presidente del partido, Jordan Bardella, declaró en una reciente entrevista que otro objetivo a largo plazo es prohibir el velo islámico en cualquier espacio público. No obstante, tras el fiasco del Brexit, el RN ya no aboga por la salida de Francia de la Unión Europea.
En Suecia, la ultraderecha también ejerce una fuerte influencia sobre el gobierno y la retórica política. A principios de año, la portavoz del Partido Verde, Annika Hirvonen, dijo a The Local que Suecia se estaba “precipitando muy rápidamente hacia el fondo en materia de inmigración”, con los Demócratas Suecos (DS) a la cabeza.
El gobierno de derechas —que depende de un acuerdo parlamentario con los ultraderechistas DS como parte del Acuerdo de Tidö— pretende retirar retroactivamente la residencia permanente a más de 100.000 personas y está endureciendo las normas de ciudadanía. El gobierno y los DS también han propuesto pagar a refugiados hasta 350.000 coronas para que regresen a sus países.
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En Alemania, Alternativa para Alemania (AfD) ha superado ahora en los sondeos a los gobernantes democristianos (CDU) y podría gobernar plausiblemente la mayor economía europea. La AfD hace hincapié en la represión de la inmigración y en lo que percibe como una dilución de la ciudadanía alemana.
La AfD se ha comprometido a “regular la migración, cerrar el ‘paraíso de asilo’, aplicar una política de deportaciones más dura, impulsar la integración y atraer mano de obra inmigrante cualificada”, según Info Migrants. Un pilar fundamental de la política migratoria de la AfD es el retorno de más de un millón de sirios y otros nacionales extranjeros que residen en Alemania.
Aunque existen variantes de “ultraderecha”, la AfD destaca como una de las más extremas.
“Entre los más extremos se encuentra la AfD, que ha abogado abiertamente no solo por cerrar fronteras sino por la ‘remigración'”, señala Lorimer de la Universidad de Cardiff.
Se esperaba que la experiencia española con la dictadura hiciera a los españoles inmunes a la política ultraderechista, pero la intransigente Vox ha gobernado en coalición en varias regiones en los últimos años y pronto podría desempeñar un papel en el gobierno nacional.
Alcanzando nuevas cotas en las encuestas y arrebatando votantes al centroderechista Partido Popular (PP), Vox ha desplazado firmemente el debate hacia la derecha en materia de inmigración y ha pedido la deportación de 8 millones de extranjeros, lo que habría incluido a inmigrantes de segunda generación nacidos en España, y ha propuesto medidas para limitar la compra de propiedades por extranjeros y prohibir actos islámicos en espacios públicos.
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Los sondeos sugieren que el PP probablemente ganará las próximas elecciones generales en España —previstas para 2027— pero necesitaría a Vox para formar gobierno.
Hermanos de Italia de la primera ministra Giorgia Meloni gobierna desde 2022. Algunos politicólogos señalan a Meloni como un ejemplo de populistas de derechas que campaña en los extremos y se desplazan hacia el centro político una vez en el gobierno; el anuncio de que emitirá 500.000 visados para trabajadores no comunitarios podría respaldar esta tésis, aunque las desalentadoras realidades demográficas son una explicación más probable.
Con Meloni, Lorimer identifica un abismo entre la retórica y la política: “hay que diferenciar entre lo que dicen y lo que hacen”, ya que el gobierno de Meloni sigue impulsando la propuesta europea de externalizar el procesamiento de inmigrantes irregulares y endureciendo las solicitudes de ciudadanía desde el extranjero.
Tras ganar las elecciones de 2023, el ultraderechista Partido Popular Suizo (SVP) batió recientemente un récord en los sondeos superando el 30 por ciento. También ha hecho saltar las alarmas con una Categorías Nacionales
